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Ben estaba comenzando a cambiar.

Inicialmente cualquier cambio lo aterrorizaría. Porque estos siempre venían incluidos con alguna sorpresa que, con la experiencia de Ben en la vida, no eran siempre buenas.

Pero Ana había interrumpido en su vida para demostrar que era necesario reconstruirse y abrirse para crecer.

Y según los planes de Ben estos cambios lo llevarían derecho a los brazos de una morena repleta de risos y sonrisas estrellantes.

Cualquier camino que lo llevara a ella sería correcto, así que se dejaría invadir por esta experiencia.

Una vez seleccionados los grupos fueron divididos en diferentes sectores del terreno. El equipo Nº3 fue dirigido a una caminata por el bosque. Ben guiaba a Ana de la mano por muy a pesar de que ella había intentado rehuirle a que el la sujetara. Pero luego de dos prominentes casi caídas de su parte Ana ya no intento escapar de sus manos.

- Cuanto crees que dure esta caminata – consulto Ben ayudándola a Bajar de una rais que se atravesaba en el sendero.

- Vamos a ir al mirador de la montaña, por eso el camino es tan empinado – Pese a que su actitud era positiva y la sonrisa era vivida la respiración acelerada demostraba el esfuerzo que estaba haciendo para seguirle el paso a sus compañeros.

Se estaba demorando del equipo apropósito para que ella pudiera ir a su propio ritmo sin apurarse.

- No crees que estamos yendo demasiado lento – pegunto cuando se detuvo a buscar agua de la mochila de Ben

- Estamos yendo al ritmo perfecto, tu no te apures –

- Ya no veo a Isabella – comento mientras llevaba la botella a sus labios. Ben observaba con envidia como el agua tenia permitido posarse en sus labios.

- Mejor no crees –

- Te aviso que tengo cero sentido de orientación si la pierdes de vista no volveremos nunca – aviso devolviendo la botella a su lugar.

- Estar perdido contigo sería un premio –

Ana no respondió a su intento de coqueteo, revoloteo los ojos y avanzo.

Como ella le había dicho el equipo se había detenido en una planicie de pasto verde, refleta de flores de campo, un paisaje perdido en el espacio. Estaban protegidos por las sombras de los árboles que los rodeaban, pero las flores eran una alfombra para sus pies.

Ana corrió entusiasmada por el paisaje, reía como niña y giraba con los brazos abiertos absorbiendo como un girasol la energía del sol.

- Chicos reúnanse en una ronda y acérquense –

Isabella quien había sido asignada para ser guía de su grupo los llamaba al centro del prado. Ana correteo a ella y Ben la siguió pisándole los talones.

- Bien esto es lo que vamos a hacer, les voy a leer un versículo de la biblia ustedes tomaran el cuaderno y escribirán lo que sienten, el truco es este. Se moverán y perderán a lo largo de este campo formaran este devocional en total privacidad, llénense de su obra y escriban volveremos aquí en una hora – Isabella miro a su alrededor, el grupo comenzó a buscar en sus respectivos bolsos.

Ben se había ofrecido a llevar las cosas de Ana en su propia mochila. A sí que mientras escuchaban la explicación, ella lo había rodeado y sacado su cuaderno de brillitos con cintas, su lapicera dorada y le había alcanzado su cuaderno de tapa gris y una lapicera normal azul.

- Escúchenme bien a si lo buscan y lo anotan –

- De que esta hablando no entiendo – cuestiono en un susurro bajo a Ana

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⏰ Última actualización: May 16 ⏰

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