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Dentro era mas calido.

Calidamente abrazador. Pero no de una manera agobiante.

Afuera la brisa era fuerte y fria. Las estrellas no se veían por las nubes oscuras que se habian formado en la tarde.

Mañana seguramente lloveria.

Desde dentro podia apresiarse mucho mejor la inmensidad de el espacio y cada uno de sus detalles. Habia asientos por doquier colocados en filas perfectamente lineales. En las paredes habia pinturas en lienzos y algunas cortinas repartidas de manera decorativa. Y personas. Muchas personas. Hablando o gritando. Incluso habia niños corretiando.

Al fondo un gran escenario de tres niveles que abarcaba de punta a punta una longitud extensa que casi llenaba todo el lugar. Rodeado de instrumentos, micrófonos, parlantes y cables. Todo en el segundo nivel estaba acomodado para recibir una banda. El primer nivel de arriba para abajo era pequeño y solo tenia un micrófono. Mientras que el tercero y ultimo era mucho mas grande pero solo parecía una plataforma con un nivel mas elevado al suelo.

Allí había muchas mas chicas y chicos jovenes, algunos vestidos como Ana otros tenían remeras blancas con camisas a cuadros atadas a la cintura como uniforme.

Una oleada de mariposas revolotearon en su estomago. Percibía que todas esas personas que estaban ahi lo observaban a el y a su familia catalogándolos como bichos extraños. Haciéndolo sentir totalmente fuera de lugar.

Tal vez no fuera asi. Seguramente no fuera asi.

Pero el lo sentia asi cada que veía que una persona se acercaba.

Tal vez era  por su cara. Tampoco era que el sonriera. Nada  parecido a una sonrisa mejor dicho. No estaba enojado. Incomodo. Pero no enojado. Su expresión siempre lo había ayudado a alejarse de las personas que apenas conocía. O a las que solo le echaban una  mirada cuando pasaba.

Ana no se había alejado de su lado sin embargo.  Y le estaba agradecido pero su atención no estaba centrada en él, aunque estaba a su lado. O cerca como quieran decirlo.  Le presentaba personas a su familia y hablaba. Específicamente no sabia que decía. Pero Ben prefirió concentrarse mejor en el movimiento de sus labios y en las fugaces sonrisas que regalaba.

Dejo de hablar con todas esas señoras y su mirada recayó..., por fin, en el. Ben esperaba decirle tantas cosas. Pero cuando sus grandes y brillantes ojos recayeron en el las palabras se dispersaron fácilmente por todo su cerebro.

- Que sorpresa fue encontrarte hoy - dijo ella luego del silencio que se había extendido desde que se habían mirado.

- Emmm... si - Ben sacudió su cabello con la mano que pretendía acercar a ella en cualquier momento y siguió perdido en la sonrisa que ahora le dedicaba  solo a él. Ante el un nuevo silencio ella se río nerviosamente e intento disimularlo posando una de sus delicadas manos sobre sus labios.

- Se que puede ser incomodo la primera vez - dejando brevemente de reír, se hamaco en sus pies de un lado al otro desviando la vista de él.

- Como puedes ser tan bonita - las palabras se le habían escapado de repente en un susurro lento.

Ana ignoro este comentario guardando silencio, pero ya no puedo desviar la vista con sus ojos adorablemente avergonzado.

- Ni siquiera se como llegue a aquí - carraspeo Ben que aun estaba embobado en los pequeños resortes que se escapaban de su peinado y saltaban sobre su rostro.

Ninguno podía romper el contacto, algo los unía de manera automática cuando sus ojos conectaban. Sus cuerpos se acercaban sin percibir la accion.

- Tal vez fuera cosa del destino - interrumpió de repente ella.

Siguiendo Tu Bella SonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora