Al fin ya estaba terminando el bendito primer día de clases y su estomago demandaba alimentos con urgencia. Apresuro sus manos en meter sus cosas en la mochila, sin fijarse si estas entraban con orden o no.
Solo quería ya salir de ahí.
Por el radillo de sus ojos, noto a la castaña delante suyo empezar a reírse de lo que fuera que le había dicho el muchacho a su lado. Sus manos se volvieron torpes en ese instante de distracción y algunas cosas se le cayeron de la mesa. Por lo que vergonzosamente tuvo que agacharse a recogerlas. Sin embargo observo cuando ella salio del salón, volvió su atención a lo que tenia en las manos ya libre del hechizo de su presencia y desganado termino de cerrar su mochila .
Al voltearse para emprender camino hacia fuera, choco con la castaña. Noto por primera vez su pequeña estatura, solo llegaba hasta su pecho. Lo que lo llevo a agachar la cabeza para observarla con detalle. Ella lentamente subió su mirada a su rostro y lo deslumbro con una sonrisa nerviosa, luego corrio hacia su escritorio. Con cierto temblor en las piernas se agachó y de debajo de la mesa saco su pequeño cuadernito.
- Si no tuviera la cabeza pegada al cuerpo, estoy segura que también se me olvidaría - murmuró mas para ella para que cualquiera que pudiera oirla. Ben se había quedado tontamente parado en la puerta y ella regresaba para retomar su camino hacia la salida.
- Vámonos Ana - escucho detrás suyo lo que lo obligo a apartar la vista de la castaña enrulada. El chico llamativo se encontraba parado detrás suyo con una expresión de impaciencia en el rostro.
Ana corrió el ultimo trayecto sin mirar bien y se abstuvo de chocarse nuevamente con Ben que seguía parado en la puerta, pero cuando la vio correr hacia el nuevamente intuitivamente se movió en el ultimo segundo para abrirle el paso.
- No me apures - regaño cuando llego enfrente del llamativo sonrisitas. Este se voltio y siguió su camino ignorando si ella lo seguía o no. Ana estaba apunto de ir detrás de el como un perrito cuando voltio sorpresivamente hacia el. Agitó su mano derecha y le regalo una sonrisa como despedida. A continuación lo dejo boquiabiertos mientras bajaba por las escaleras
Fue algo tan sorprendente para Ben que se quedo prendido en ese momento durante unos segundos, ella sin conocerlo lo había saludado con la mas bella sonrisa. No lo sabia en ese momento pero esa seria otra de las sonrisas que quedarían fuertemente grabadas en su memoria y que atesoraría con toda su alma. Rápidamente corrió detrás de ella, bajando con rapidez los escalones que los separaban.
Aunque iba unos pasos detrás. Observaba a la perfección como su cabello saltaba de escalón a escalón. Podía notar tambien que iba detrás del chico de sonrisitas y cabello llamativo, pero hacia paradas para saludar a muchas personas. Saludaba a profesores, alumnos mas jovenes y auxiliares muy ancianos. Todos parecían conocerla y se despedían con la misma alegría. Mientras que Don sonrisitas seguía dejándola atrás con su rápido andar. Ella apenas notaba su lejanía solo corría con la fuerza de sus piernitas hasta el.
Siguió sus movimientos desde la distancia, al menos hasta que llegaron a la puerta de entrada donde el estúpido de sonrisas se había dignado a esperarla. Ana paso por su lado de largo, ignorándolo por completo. Una actitud que le encanto. Siguió su camino hasta la esquina donde cruzo sin mirar, apurando asi a que el otro la persiguiera esta ves.
Ben los siguió con la mirada hasta que el auto de su padre obstruyo su vista. Este le toco dos veces la bocina y luego bajo la ventanilla del copiloto para llamarlo. Se alzó de puntas para intentar por lo menos ver una ultima vez sus siluetas, pero ya había perdido la pista de Ana en medio de tantas personas. Desistió y se subió al auto sin decir mas nada, dentro lo esperaba la sonrisa de autosuficiencia de su padre. Ben lo ignoro y rodando los ojos se centro en cualquier otra cosa menos en el, este no espero mas y emprendió camino a su ''hogar''.
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Siguiendo Tu Bella Sonrisa
Romance"LOS GIRASOLES LE SONRIEN AL SOL." Su sonrisa fue el principio de los ataques de sueño, de los pensamientos profundos, de los ataques del pasado y de sus deseos de un futuro. Su sonrisa trajo a él la curiosidad, curiosidad nunca antes descubierta. S...