Un tal vez muy recurrente

Capítulo 7

El sonar de una puerta cerrando se escucho a lo lejos, su cuerpo ardía y su respiración era agitada. Wang Cheng se levantó lentamente de la cama, con un tambaleante caminar se dirigió hacia la puerta.

Lan Xichen preparaba un medicamento para su wanyin, cuando fue sorprendido al sentir a una persona abrazándole. 

-Wanyin- llamó. Tomando delicadamente sus manos, dando una vuelta para verlo directamente.

El Lan intentaba no ser seducido por las feromonas del Wang, que no paraba de intentar besarlo. - Tranquilo, wanyin..- 

Sin embargo, el Wang no paró el asalto. Lo acorraló en el sofá del apartamento, acomodándose sobre el regazo del hombre, atrajo el rostro sobre sus manos y lo aprisionó en sus besos. Robándose así la cordura del mayor, que rápidamente atrajo más al cuerpo sobre él, dejando pequeñas mordidas sobre sus labios y con sus manos moldeando su suave trasero.

Con movimientos suaves el Wang comenzó a jadear suavemente, sus ropas comenzaban a estorbar, por lo que poco a poco se despojaron de estas.

- xichen..- Jadeó al sentir un mordisco en su cuello.

A este punto el sentido alfa ya se había apoderado de su cordura, sujeto al Wang nuevamente sobre su regazo, jalándolo rústicamente de su cabello asiéndolo mirar al techo mientras que con su boca se apoderaba de su cuello. Acomodó a su omega en su miembro donde sin esperar lo penetro.

-Angh.. ah..Xic..ah- Gimió el omega al sentir cómo las pentraciones aceleraba. 

El Lan no conforme lo giró dejándolo bocabajo donde lo volvió a penetrar, dando estocadas rápidas y continuas. - mmh, wanyin... bebé- dijo mientras se relamía sus labios.- Estas todo mojado, qué vulgar-. El omega abajo de él estaba perdido en el placer, apenas y podía articular palabras sin perder el aliento.

Las horas transcurrían y no supo en que momento había terminado en la cama del Lan; pero, lo que si sabia es que ya su celo había terminado pero el hombre encima de él no paraba. Harto de eso intentó alejarse del otro cuerpo;  sin embargo, fue fuertemente atraído hacia la posición nuevamente.

-Esta vez no escaparas cariño..- susurró el alfa al oido del Wang dejando un fuerte temblor en su cuerpo.

La mañana llegó, los rayos de sol traspasaban las cortinas. Wang Cheng lentamente se despertaba mientras su vista se aclaraba. 

- ¿ Dónde estoy?..-  Se preguntó mientras salía entre las sabanas y al poner atención al lugar recordó de donde estaba; además, de con quién exactamente. Miró nuevamente a la cama pero no había una persona ahí, así que busco en el armario ropa que usar y se la colocó, saliendo rápidamente del cuarto para irse; sin embargo, el Lan estaba esperándolo en la sala con el desayuno servido.

- ¿Wanyin?, ¿ A dónde vas?, ya esta el desayuno- interrogó preocupado.

- Me largo, eso es lo que hago.- respondió secamente mientras se acomodaba sus zapatos. 

- No, espera. Tu ropa todavía esta lavándose, además el desayuno..- 

- Envíamela a mi casa, adiós- finalizó la conversación cerrando la puerta tras suyo.

El Lan al escucharlo irse soltó un suspiro, ya que realmente estaba siendo muy agotador ser paciente con su amado.

Wang Cheng llegó a su casa muy cansado, dejándose caer en el sofá. Su madre que estaba cocinando no le quitaba la mirada de encima.

- ¿Ahora qué paso? - Suspiró abriendo sus ojos para darle cara a su madre.

- ¿ Como que, qué paso?- Regaño Nadia, simulando casi tirarle el cucharón de cocina- Mi niña llegó con un desconocido..- Recordó cómo era el chico de amable- Lindo, pero sigue siendo un desconocido. Y para culminar mi otro repollo no contestaba su celular, además de no llegar a dormir en casa. ¿ Entiendes lo preocupada que estaba?- lo fulminó con la mirada antes de seguir cocinando.