Capítulo 23

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-¡No puede ser!

-¿Cómo puede ser tan gigante?

El remolino que se había hecho aquí dentro nos mareaba a todos.

-¿Qué pasa? ¡El poder de este Stand es colosal! Antes era tan pequeño.

-Muchachos, son tan lentos. ¿No se les ocurrió que si las rocas son minerales, significa que el suelo marino también es un mineral? - escuchamos una voz femenina extraña.

-¡La usaria! Debe estar cerca, por eso es tan fuerte. - mencioné.

-¡Adivinaste! Estoy en la costa a siete metros de ustedes, pero como están a punto de ser destruidos por High Priestess ¡Nunca podrán verme la cara!

El Stand expulsa toda el agua de su boca pero nos deja a nosotros dentro aún.

-No entiendo en qué parte del cuerpo del Stand estamos. - dice Kakyoin.

-Aún en la boca... - murmuré mirando los dientes.

-Por suerte no nos tragó. - dice el señor Joestar.

-¡Oye, Jotaro! Jotaro, eres mi tipo, - mis alarmas se encendieron -así que esto es desgarrador para mi. Es una pena que deba hacer que High Priestess te digiera. Ojalá las cosas fueran diferentes.

-¡Ja! Ya quisieras... idiota - murmuré cruzándome de brazos.

-Aw... _____ te ves algo celosa. - me sonrojé y molesté.

-¡¿Ah?! ¡¿Qué carajos dices?! Tsk... como sea, no sabes nada.

Noté que Polnareff le decía algo a Jotaro pero no me importó, miré a todos lados pensando en que podría hacer para salir de aquí.

-Rose, me gustaría ver tu rostro al menos una vez. - miré a Jotaro -Tú también podrías ser mi tipo. Quizá me enamore de ti.

¿Me desmayé? Porque en un segundo estaba en el suelo.

No, Jotaro jamás diría eso y menos hablando en serio. Polnareff se lo tuvi que haber dicho para que lo hiciera. Era un plan... sí, eso es lo único que podía ser.

-Apuesto a que es hermosa. Me doy cuenta por su voz.

-Sí. Parece una mujer elegante. Como adivino, puedo presentirlo.

-Para mí su voz se parece a la de Audret Hepburn.

-Ojalá tuviera treinta años menos.

Me crucé de brazos y aparté la mirada, pero los chicos me estaban viendo para que dijera algo ya que al parecer estaba funcionando, rodé los ojos.

-Tal vez... hace un momento solo hablaba por envidia, porque por tu voz se nota que eres hermosa y además fuerte. ¿Quién no querría a alguien así?

Hablé entre dientes y haciendo una mueca, los demás me levantan los pulgares y la mujer se puso aún más roja pero entonces todo comenzó a tambalear.

-¡Imbéciles! ¡No lo dicen en serio! ¡Los mataré a todos!

Nos lanza al aire con la lengua y golpea a Jotaro con esta para lanzarlo a los molares. Skillet me presta sus alas y fuimos hasta él antes de que cerrara los dientes, puse ambas plumas entre estos, Skillet sujetaba los dientes igual y le tendí la mano. Star Platinum también sujeta los dientes y mis plumas comenzaron a agrietarse.

-¿Quieren hacer una competencia de fuerza?

Intenté llegar hasta Jotaro pero los dientes presionaban más, apreté los míos por la fuerza que Skillet hacía.

-Jotaro, _____, estos dientes son fuertes como diamantes. ¡Nunca podrán romperlos! ¡Los aplastar hasta matarlos!

Jotaro me mira y entonces me patea para alejarme en el momento en que los dientes lo aplastaron e hicieron explotar el contenedor de aire.

-¡Jotaro! - solté.

Skillet usó sus plumas y comenzamos a golpear los dientes tratando de romperlos, me estaba pasando igual que la vez con el auto rojo... volvía a temblar. Por favor que salga de algún lado como la otra vez...

-¿Qué es eso?

-Parece la voz de...

Abrí los ojos de par en par y miré los dientes, también podía escucharlo.

-¡Todos, agachense!

Los demás se tiraron al suelo y vimos que Star Platinum golpeaba los dientes desde adentro y los rompía completamente. ¿Cómo tiene la fuerza para eso?

-¡Rompió esos dientes duros como diamantes para salir!

-¡Oh my God! ¡Los está rompiendo todos!

-La fuerza de su Stand no deja de sorprenderme.

-Jotaro... - murmuré al verlo.

-Oigan, salgamos de aquí. - dice Jotaro y los dientes se rompen por completo dejándonos la salida.

Yo miraba a Jotaro antes de moverme, me había asustado de nuevo el muy idiota... sonreí levemente antes respirar profundo. Los demás estaban saliendo pero Jotaro se detuvo y me esperó, me puse junto a él y asentí, él me devolvió el gesto y salimos a la superficie.

-Que mal la pasamos... - menciona el señor Joestar.

Yo me quité el equipo y respiré más calmada, pero miré hacia el lugar donde se veía a Polnareff mirando a la chica, usuaria del Stand, y diciendo que no la viéramos pero yo me acerqué.

-Jm... envidia tu madre. Y de hermosa no tiene nada.

Me crucé de brazos cerrando los ojos y alejándome de esa chica con los dientes destrozados. Todos nos reunimos y miramos el océano.

-Bueno, finalmente llegamos a Egipto.

-Sí. Lo que nos hubiera tomado veinte horas en avión, nos tomó treinta días.

-Ha sido una gran aventura. Estuvimos en un cerebro, en sueños.

-¿Sueños? ¿A qué te refieres, Kakyoin? - pregunta Jotaro.

-Oye, ya es de día. ¡Despierta!

-Cierto. Ellos no lo recuerdan - mencioné riendo leve.

-No importa. Vamos.

Jotaro se da vuelta y comienza a caminar, los demás lo miramos pero yo lo seguí y llegué hasta su lado. Sonreí y luego los demás nos alcanzaron.

SIEMPRE HAS SIDO TÚ || Kujo Jotaro x Tú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora