CAPITULO 1

1.1K 73 11
                                    

Extraña el amor que se fe
Extraña la dicha también
Quiero que vengas a mi
Y me vuelvas a querer
No puedo mas
Si tu no estas
Tienes que llegar
Mi vida se apaga

Era una mañana fría y en la hacienda "La Malquerida" estaban de luto por la muerte del patrón, el señor Alonso Rivas.

Cristina estaba desbastada por la muerte de su esposo, le preocupaba como se ocuparía de todo ella misma. Alonso siempre había sido su pilar, su sustento y era quien se encargaba de todo en la hacienda.

Al otro lado, en la ciudad capital del país, se vía al funeral de una mujer que había muerto por una enfermedad. La cual no solo le quitó su vida sino también la de su hijo. Demian, su esposo, estaba destruido y lleno de ira por lo ocurrido. Su mujer había callado la enfermedad y él no pudo hacer nada cuando lo supo.

***

D: Gabriel, ¿Qué haces aquí, no tienes que estar en San Miguel de Allende?

G: Hubo cambios. Me asignaron un nuevo puesto. Te propuse a ti para cubrir mi lugar.

D: Yo no quiero ir. Sabes que aún no estoy en condiciones.

G: Demian, es hora que continúes con tu vida. No puedes seguir sumergido en una depresión.

D: Para ti es fácil decirlo. No perdiste a tu mujer y a tu hijo.

G: Lo sé, pero la vida continúa. Eres joven aún, puedes conocer una mujer y volver a formar una familia.

D: No puedo. No creo poder enamorarme nuevamente.

G: Ya, ya estuvo bueno. Vas a ir a San Miguel de Allende, necesitas cambiar de aire, de ambiente; conocer gente nueva. Y además, necesito que me ayudes con una misión...Quiero que protejas a la viuda de Alonso Rivas y a sus padres.

D: ¿Por qué yo, Gabriel?

G: sabes que tome un caso de una suplantación de identidad y de la muerta de una mujer.

D: si lo recuerdo y está relacionado con la viuda de Rivas? Por eso quieres que los ayude y los protejas

G: Sí, por favor. Quiero que me ayudes. Eres la persona ideal. Y sé que puedo confiar en ti para protegerlos y ayudar en la hacienda.

D: Quieres que yo le diga la verdad ¿no es así?

G: no, por ahora solo quiero que hables con su padre. Mañana viajas.

D: está bien, confía en mí.

G: Y si conoces a alguien quiero que te des la oportunidad de amar nuevamente.

D: Gabriel, pero yo...

G: eres mi hermano y quiero que seas feliz.

D: ¿por qué a mí? no entiendo

G: La vida sigue y no se detiene. Solo lograrás que se te escurra de las manos.

Al irse Gabriel, Demian comenzó a llorar por su amada Regina. Como lo venía haciendo a diario.

Un nuevo amanecer había llegado... y con él una nueva vida. Debía trasladarse por tiempo indefinido a San Miguel de Allende. A cubrir a su hermano en un caso que había tomado. Depende como saliera todo y que tanto le gustara el lugar, pensaría en radicarse ahí. La verdad era que necesitaba salir de la ciudad... Todo le recordaba a su esposa, cada lugar que visitaban juntos y su casa. En cada rincón de ella estaba Regina, en cada detalle y adorno.

LA VIDA ES ETERNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora