CAPÍTULO FINAL

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A partir de hoy
Tu mirada es mi reflejo
El reflejo de mis sueños
Cuando sueño como un beso
Se transforma en un 'te quiero'
Un 'te quiero' de tu voz

En la mañana siguiente estaban más felices que nunca. Nada podría opacar su felicidad. Ni la de Demian y Cristina, ni la de la familia, ni la de Gabriel y María. Pero llegó el momento de la verdad par Demian, cómo fueron en realidad las hermanas Rivas del Castillo capaz de hacer todo lo que hicieron.

G: Buenos días, hermano ¿cómo dormiste?

D: Muy bien, gracias a Dios. ¿Y tú?

G: Bien, tenemos que hablar de todo. Más sobre una verdad muy importante.

D: ¿De qué hablas Gabriel?

G: Confía en mí.

D: Vamos al despacho.

EN EL DESPACHO

El momento de la verdad llegó y barajuste de toda la tranquilidad, pero más la de los hermanos Cervantes-Bravo.

G: Se trata de ti, de Cristina, de tus hijos, pero también de María y mis hijos.

D: Gabriel, explícate de una vez. Sin rodeos.

G: ¿Te acuerdas del accidente?

D: La verdad, no mucho. Pero si sueño con eso a veces.

G: Te voy a confesar algo muy importante.

D: ¿Qué? (Comenzando a impacientarse)

FLASHBACK

Viernes en la carretera iba a toda velocidad y en estado de ebriedad. Había chocado con un árbol y por poco no cae al barranco ya que fue el propio árbol quien lo detuvo.

Hospital Central.

Un hombre perdía una pierna y un ojo en la sala de operaciones, además de dejarlo en coma por un mes. Mientras tanto una mujer daba a luz a un bebé y lo daba a su sirvienta, le rogó que dijera que era suyo y que informara que había muerto dando a luz.

G: ¿Qué hace con el bebé de mi hermano?

SIR: Lo que pasa es que...

G: Entiendo todo ya. Está saliendo como lo planeo desde el principio ¿verdad?

SIR: Señor Gabriel, no quiero más problemas. Ella sabe algo de mí y me amenazó hasta con matarme.

G: Tranquila, pero ¿por qué hace eso?

SIR: Lo que pasa es que voy a morir, tengo una enfermedad incurable. Pero además lo hago porque su hermano me ayudó cuando más lo necesitaba. La señora lo trataba muy mal, nunca lo amo, solo quiso su dinero. Yo observaba y escuchaba todo y si estoy aquí es para cuidar del hijo del señor.

G: Cuando esté todo yo le voy a contar la verdad a mi hermano, pero por ahora cuida a mi sobrino hasta que ellas salgan del país.

SIR: Si señor, pero la señora no quiere a su hijo.

G: Ella no lo quiere, porque no se quiere ni ella. Pero bueno, ya no te preocupes.

SIR: Lo sé señor, pero no pensé que la señora fuera tan mala.

G: Tú cuida a mi sobrino, yo me encargaré de mi hermano.

Tal como lo habían hablado, la empleada se fue con el hijo de Demian para protegerlo. Por otro lado, en el hospital, Regina se fugaba y ese mismo día había fallecido una chica con su bebé. Se las ingenió para hacerla pasar por ella, pero lo que no sabía es que Gabriel ya sabía todo.

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