CAPITULO 16

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X: No debiste exponer fotografías de él. Está opacando toda la exposición. (Comentó con enfado)

C: ¿Qué es lo que te pasa, Héctor?

HEC: ¿Por qué una foto de él en tu exposición?

C: Porque así lo decidí. Es el padre de mi hijo, el hombre de mi vida ¿tienes algún problema con eso?

HEC: Dime ¿qué tiene el que no tenga yo?

C: Héctor... Uno no elije de quien enamorarse. Me enamoré de él, de su alma. Siento que en su mirada hay como si fuera un misterio. Y lo que más me gusta es como es conmigo, como me hace sentir, me protege, me cuida y me entiende. Entiende por todo lo que estoy pasando.

HEC: Yo te conozco más que él.

C: Que nos hayamos conocido antes, no quiere decir que me conozcas más. Héctor... Yo te quiero mucho y estoy muy agradecida contigo, pero no te amo. A quien amo es a Demian.

En ese momento se acercó la mamá de Cristina y María hacia ella.

HE: Hija ¿Sucede algo?

C: Nada. Mamá. Todo está bien. (Viendo cómo se alejaba Héctor)

M: Cristina, Demian te necesita.

C: Voy a verlo... Las veo en unos momentos.

Cristina se fue en búsqueda de Demian, él la necesitaba en ese momento, pero cuando lo encontró vio algo que no le gustó en lo absoluto. Estaba platicando con una mujer, pero lo que era peor, de lo más sonriente.

C: Veo que se están divirtiendo. ¿No es así Demian?

Xx: ¿Tú quién eres?

D: Ella es mi esposa. Además es quien está exponiendo una de las fotografías que quieres comprar.

Xx: Ah, ya.

C: Mi amor ¿para qué me buscabas?

D: Quería saber si puedo comprar está foto. Escuché que ofrecen mucho dinero por ella.

C: Eso es cierto. Tu foto es la más solicitada de la exposición.

D: ¿De verdad? No lo creo... pero de todas maneras quiero comprarla.

C: No lo sé. No pensaba venderla, pero tengo muchas y muy buenas ofertas.

D: Pues intentaré convencerte de que me la vendas a mí.

C: ¿Ah sí? ¿Cómo le harás?

En ese momento, Demian, tomó a Cristina por la cintura y la besó lenta y apasionadamente. De lejos Héctor miraba la escena, no podía creer que ese tipo le ganara el amor de Cristina.

Estaba pensando cómo lograr que Cristina se fijara en él cuando se le acercó María.

M: ¿Qué sucede, Héctor?

Hec: Cristina, eso me pasa.

M: La amas ¿no es así?

Hec: Sí, pero ella no me ve más allá de un amigo. Y no quiero ser su amigo precisamente.

M: Héctor, para Cristina eres como su hermano. Sabe que puede confiar en ti cuando te necesita. Pero nunca podrá verte de la manera que tú quieres. Perdona que sea así de directa, pero por tu bien, deberías aceptarlo.

Hec: Es que no puedo resignarme. La quiero en mi vida, como mi compañera, mujer, como todo.

He: Ay Héctor. Si sigues así vas a sufrir mucho (le comentó Helena al llegar a ambos y escucharlo decir lo último) Mi hija solo te ha brindado su amistad todos estos años, pero nunca amor.

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