Capitulo 3

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Yo que habría estado por ti
En cualquier lejana ciudad
Sola, por instintos sabiendo amarte
Sola, y siempre ya junto a ti
No puedo dividirme ya entre tu y mil mares
No puedo ahora estar cansada de esperarte

C: ¿por qué me hace esto? ¿Qué quiere conmigo?

D: Quiero ayudarla con la hacienda, Cristina. Sé que no nos conocemos, pero no soy una mala persona... y, además, quiero su amistad.

C: Usted tiene razón. No nos conocemos, no conozco su verdadera intención. Una amistad entre nosotros no lo veo tan fácil hasta que me hable con la verdad. Ahora, si me disculpa tengo que ir a hablar con Esteban de algo muy importante.

D: Creí que podría enseñarme toda la hacienda. No la conozco demasiado y debemos hablar del proyecto (iba a hacer todo por intentar que no se encuentre con Esteban)

C: está bien, pero vamos en caballos. Supongo que sabe montar

D: No demasiado, pero aprendo rápido (le sonrió y ella sintió una punzada en su abdomen)

C: de... de acuerdo. Vamos para que la conozca La Malquerida.

Gran parte del día estuvieron recorriendo la hacienda. Demian escuchaba detenidamente todas las explicaciones que Cristina le daba, y él le comentaba ideas del proyecto.

No podía negar que el dichoso proyecto estaba demasiado interesante, y que sería muy potencial para la hacienda. Se recuperaría y se haría conocida internacionalmente. Pero todo le parecía muy extraño. No cualquiera ayuda a cambio de nada.

Se habían bajado del caballo y estaban mirando hacía el horizonte, comenzaba a atardecer.

C: y todo esto es propiedad de La Malquerida.

D: impresionante. Igual que tu guía. Se nota lo fascinada que estás de este lugar y cuando quieres estas tierras.

C: es mi hogar. Crecí aquí.

D: Gracias.

C: deberíamos irnos ya (tratando de desviar su mirada)

D: claro, claro. Te ayudo (acercándose para ayudarle a subir a su caballo)

Cuando la tocó sutilmente se puso nerviosa. Tanto que falló en tu intento de subirse al caballo. Por fortuna los brazos de Demian estaban a su alcance, y fueron ellos los que la sujetaron para que no cayera.

La abrazó por la cintura y sus ojos se cruzaron. La mirada de Demian se desvió hacia sus labios. Aquellos labios rosados y suaves. Fue cuando ella se los humedeció con la lengua que él tuvo deseos de probarlos.

C: gracias... pero estoy bien (soltándose lentamente de su agarre)

D: ¿segura? ¿No te lastimaste?

C: sí... sí, estoy bien. Vamos de una vez.

Luego del paseo se reunieron para ver detalles del proyecto. Demian le mostraba punto por punto dándole una explicación, indicándole una vez más que todo se haría bajo firma ante escribanos para tranquilidad de los dueños de la hacienda.

Mientras Cristina leía detenidamente un párrafo, Demian se preguntaba porque sentía algo extraño al verla. Su única misión era protegerla y si para eso se tenía que acercar de manera sentimental, lo haría. Pero no iría más allá de eso.

Terminaron la reunión y a pesar que fue invitado a cenar se disculpó dando una negativa.

Por la noche. En La Malquerida.

Es: Cristina.... (la vio parada mirando hacia el cielo)

C: Dime (girando para verlo)

E: Quiero que me expliques como permites que un desconocido me trate así. Que llegue acá como el gran patrón.

C: Ya bájale a tu enojo, Esteban... Y déjame decirte que sobre tu propuesta te respondo que no.

Es: Pero ¿por qué? Yo te amo Cristina.

C: Pero tú sabes que yo no.

Es: Es por él ¿Cierto? Es por ese imbécil que llegó a estas tierras.

C: No. No es por él. Yo sigo amado a Alonso

Es: Cristina. Alonso está muerto. Tú estás viva. Debes continuar con tu vida.

C: No estoy para escuchar sermones Esteban. Te dije que no y punto. Hasta acá llegó todo esto. Buenas noches.

Cristina se retiró a su cuarto lo más rápido que pudo. No le gustaba ser dura con Esteban. Él, durante todo ese tiempo, se había portado de una manera muy linda y no creía correcto tratarlo así.

¿Por qué la vida tenía que ponerla en esas situaciones? Sabía que tenía que seguir con su vida, era joven y podía volver a formar una familia. Aunque jamás olvidaría la que perdió. Pero no se sentía preparada para volver a amar... ni lo estaría.

Y ahora llegaba Demian. ¿Podría verse como su amiga? No podía negar que con él se sentía protegida y, aunque ella misma tuviera un carácter fuerte, le gustaba explicarle y pasar tiempo a su lado. Tal vez eso que dicen que no hay amistad entre el hombre y la mujer, no era del todo cierto.

En la madrugada ambos despertaron asustados. Un sueño que los involucraban a los dos. Sin saber que el otro había soñado lo mismo. ¿Qué intentaba marcarles el destino?

Por la mañana, en La Malquerida...

Demian nuevamente estaba reunido con Cristina, continuando con las ideas del proyecto. En eso suena el celular de él interrumpiendo la explicación acerca de las exportaciones.

D: discúlpame (le dijo a Cristina y ella asintió)

D: ¿Bueno?

G: Demian, ¿Cómo estás? ¿cómo está todo por allá?

D: Todo muy bien ¿Lograste conseguirme la documentación?

G: tienes luz verde a tu proyecto. Todo va en camino. Y sigo repitiendo date una oportunidad, empieza de nuevo.

D: Gabriel por favor, basta (comentó en un tono severo que hizo que Cristina lo mirara)

G: Necesito pedirte un favor. En unas semanas llegará María. ¿La puedes recibir en tu casa?

D: Claro que sí, ¿cuándo llega?

G: no sé con seguridad, pero te aviso y por favor entrégate de nuevo al amor. No sé por qué presiento que te vas a enamorar pronto.

D: Gabriel, ese no es tu problema.

G: ya, ya. De acuerdo. Señor aguafiestas. Te dejo, tengo una reunión en diez minutos.

D: de acuerdo. Gracias por los papeles... Nos vemos pronto.

Colgó.

C: parecías enojado con la persona que te habló.

D: mi hermano, insiste en meterse en mi vida y darme consejos.

C: y ¿por qué debería darte consejos? ¿Pasó algo en tu vida para que te exaltes así ante sus comentarios?

¿Le contaría Demian lo que vivió hacia tan solo unos meses?

continuar.....

                                  "Siempre he pensado que hay gente que deja una marca imborrable en el alma, una huella que nunca puede ser borrada."

                           Demian le dirá la verdad a cristina o no  

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