Lisa había aceptado casarse con Jeon JungKook, ya que el negocio entre familia se había logrado a la perfección, la presión era grande y el hijo mayor no tuvo otra opción que aceptar, ambos dejándose llevar por los lamentos de Park Roseanne.
Pero L...
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La otra mujer.
La otra mujer se conforma con ver desde lejos, la otra mujer puede tocar, pedir y escuchar, pero nunca podrá confiar en promesas que nunca se cumplirán, la otra mujer solamente tiene una opinión, no tantas, la otra mujer tiene que ser escondida secretamente de la que él ama porque si no, es juzgada, golpeada y humillada.
La otra mujer no tiene ningún derecho a enamorarse, pues nunca podrá ocupar el puesto de la verdadera mujer, de la que está casada, de la que posee un anillo, de la que sonríe y lo tiene a él las veinte horas al día, no como la otra mujer, que pasa sus días solitarios esperándolo, que lo tiene solo cuatro horas, una noche, una cama y una despedida.
Lisa se acostumbró a ser la otra mujer. A no pedir, a callar, a humillar. Quedando en una dependiente relación a la que no puede escapar, pues su amor era tanto que incluso sería capaz de cualquier cosa para poder tenerlo consigo.
Lisa era la otra mujer, la del compromiso, la del anillo, la que tenía que fingir y aparentar. La que se enamoró totalmente, la que sabía que su amor no era correspondido, la que veía desde lejos como su esposo le era infiel en su cara.
Se supone que no tenía por qué enamorarse, se supone que todo era falso, que se caso porque así tenía que ser, entonces, ¿por qué le dolía que le fuera infiel con su mejor amiga Park Roseanne? Si precisamente era por eso que acepto, para que ellos fueran felices.
Lisa no era la amante, pero se consideraba la otra mujer, porque no lo tenía, no era suyo, y no podía hacer nada.
Nunca podrá arrepentirse de verlo, tocarlo y pedir por su mano, queriendo que él salga de ese infierno, pues su esposa era feliz, pero él no. Ella reía y disfrutaba de esos momentos en los que él se encontraba, esas cuatro horas, mientras que la verdadera mujer, eran veinte.
Sin embargo, nunca podrá decir nada, nunca podrá jalarlo a su lado porque de eso se trataba, ser la otra mujer de un falso matrimonio, callar, esperar, disfrutar y luego... nada.
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LA HISTORIA CONTIENE: infidelidad, posesividad, celos, toxicidad, abusos, un poquito de sado, muerte de personaje, contenido fuerte y descriptivo; sexo oral, sexo anal, trío, masturbación, NADA ES SUAVE, NADA.
NO ME HAGO RESPONSABLE DE NADA.
RECUERDEN: los personajes tiene sus propios pensamientos, creencias, acciones, opiniones a las que yo no estoy de acuerdo, pero pues, un poquito de realismo, nadie piensa igual. no acepto insultos, no la revivan tanto.
HISTORIA CORTA. (CASI)
y disfruten de la nueva historia, las quiero muchito.
