capítulo ocho

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La estaba esperando en un lugar apartado del hotel, dónde los niños corrían jugando con la pelota, madres tomándose un bronceado y padres nadando desde lejos. Él cargaba unos lentes negros de Sol hechos por Chanel, sus labios delgados casi que haciendo una mueca, sus ojos viajando hacia la marea.

Se levantó más temprano que ella, recibiendo un montón de mensajes de parte de su amante, pidiéndole que venga a verla, que lo necesitaba antes de que recorriera otros lugares. Pero por primera vez, Jeon JungKook solo dejo que se fuera a disfrutar como toda una niña recibiendo regalos, había más tiempo para pasar juntos.

La noche anterior tuvo la sensación de haber tomado la mejor decisión. No es lo suyo levantar ánimos, ni el mismo puede ser capaz de levantar el suyo, por eso mismo se sorprendió a sí mismo proponiéndole eso. Sin embargo, no se arrepintió para nada, desde lejos un montón de personas estaban escondidas en una jodida roca, con sus estúpidas cámaras enfocándose en él.

Ojalá tuvieran esas energías para hacer algo en sus miserables vidas, pero son tan patéticos que pierden el tiempo en esas formas.

Se dio cuenta de su presencia cuando estaba caminando hacia él, con una blusa blanca top y unos shorts del mismo, las mismas sandalias, y esta vez un collar que Lisa se compró en unas de las tiendas por las que paso ayer. JungKook esbozo una sonrisa al notar la mirada nerviosa de ella cuando por fin se vieron a los ojos.

Además, era gracioso ver al montón de hombres babeando por la mujer que se acercaba a él, sin darse cuentas de las miradas que le regalaban. Era satisfactorio saber, por muy dentro de él, que no tenían oportunidad con ella por estar casada. No es que se sienta tan mal si ella tiene un amante, JungKook nunca podría reprocharle eso.

¿Lo haría? No.

-Veo que se ve más animada que ayer. -dice él, ofreciéndole la mano para que la tome, Lisa enseguida se muestra confusa, pero correspondiendo a su toque, sabe que los están viendo, no pasaban desapercibida.

A veces le gustaría describir bien como era tomar la mano de Jeon, más grande que la suya, pero sus dedos se cruzaban y los anillos chocaban. No sabía porque siempre se quedaba viendo esa acción cada que se tomaban de las manos.

Ella todavía le muestra una expresión de confusión, ignorando como de horrible se sintió ayer, Jennie nunca respondió a sus llamadas-cosa que empezaba a preocuparle-, y además, saber que Rosé la estaba buscando le provocó una miserable pesadilla.

-N-No...-niega Lisa, no le gusta que él la lea tanto, ¿cómo que más animada? -, e-estoy i-igual.

JungKook pone los ojos en blanco, apretándole la mano.

-Estará igual si no se relaja, señorita... Jeon-saborea su apellido en ella, burlándose de su cambio de expresión desconcertada cuando la repasa-, estamos en un hermoso lugar, y debemos disfrutarlo, el Salvador de Bahía da mucho que apreciar.

-L-Lo sé, p-por eso t-tendré t-trabajo esta t-tarde...-susurra ella, enojándose consigo misma por no ser alguien como él, que disfruta de todo a pesar de estar ocupado. Lisa lo detalla en secreto, hoy carga una camiseta negra, y shorts hasta la rodilla color azul marino, sus tatuajes y piercings le regalan ese toque juvenil pero adulto, era tan impresionante que le disgustaba-, ¿d-de t-todas f-formas no... v-voy con usted a t-trabajar?

-Es un buen trabajo, revisar cada parte de este lugar para buscar, quiero ver como esta mi hotel en construcción, justo donde se haya el Pelourinho-señala con la cabeza hacia el lugar, lleno de tiendas, iglesias y casas de la época de colonial-, me dieron el permiso de hacerlo allí, así que no justará ningún problema, por lo que me gustaría ver cómo va yendo.

❝the other woman❞ liskook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora