❝the other woman❞ liskook.

capítulo veinticuatro

Canciones que hay que escuchar.

Love Lenguage - SZA

Poison Tree - Grouper

Green To Blue -

Chemtrails Over The Country - Lana del Rey

Cigarettes out the Window - TV girl

I bet on Losing Dogs - Mitski

Retire - Alvedon

Fourth Of July - Sufjan Stevens

Je Te Laisserai Des Mots - Patrick Watson

A New Kind of Love (Demo) - Frou Frou

Nothings New - Rio Romeo

Francis Forever - Mitski

Cardigan - Taylor Swift

Smoke & Mirros - Agnes Obel

Nunca pudo admitirlo, sacarlo de su propia boca como si fuera un dulce Y ella era un dulce, un dulce que le explotaba el paladar.

Él nunca llegó a pensar que le gustaría otra persona.

.

2012

Se dio cuenta que todo lo que ocurría a su alrededor o era pura suerte, o simplemente gracias a la gratitud que ya tenido con su familia el tesoro de la fama le ha llegado como un simple golpe de algodón.

Cuando menos pudo despertar, ya se encontraba en programas de televisión infantiles, la llamaban por todas partes y su padre Marco tenía que ir con ella a países por los que soñó y jugó con sus muñecas. Era tan irreal para ella, como un montón de personas, de ciudadanos tailandeses la alababan como una princesa pequeña.

Era para menos decir lo contento que estaba su padre y madre, por supuesto que sus abuelos más pues su fama era hallada nada mas por hacer un solo restaurante -que a pesar todo, era conocido-, de los mejores platos que se hayan podido encontrar.

Lisa lo tenía todo a una corta edad, reconocimiento, títulos, premios por doquier en su estante de la gran casa Manobal. En la primaria estudio en casa, sin embargo algunas clases se daban con una maestra de hogar, a su madre no le gustaba y tenía miedo de que se burlarán de la tartamudez de su hija.

Cuando Lisa nació tuvieron que dejar en un hospital por su doloroso problema del corazón, era un bebé muy pequeño, la sobreprotección por su salud y su fama aumentaron a base de cariños, cuidados especiales y vigilancia.

Por eso cuando Marco le propuso a Mahala dejar BangKok para expandir la popularidad en Corea del Sur, Seúl, ella se negó rotundamente al principio.

-Yo la cuidaré Mahala, tiene doce años, no es lo mismo ya. -decía Marco preparando una deliciosa ensalada de pollo y remolacha con papas y zanahoria, mientras que su esposa tenía un rostro de trágica.

-¿Acaso no has visto esos documentales en la televisión sobre caídas de aviones? -expreso ella, comiéndose una papa cocinada-. Marco, es nuestra única hija.

-Y por eso y porque la amo la protegeré, nada va a pasarle a nuestra pequeña-él suelta ña cuchara, y se voltea para mirándola y tomándola de la mano-. Sabes que no estaremos con gente desconocida. Además después de eso tendré que llevármela a Francia a estudiar.

-Me va a dar dolor de cabeza si continúas mencionando más países. -ella se lleva sus manos hacia su lacio cabello negro, suspirando.

Marco se echo a reír, besándole la sien y abrazándola. El amor que le tenía a su mujer era tanto, que estuvo a punto de dejar aquella propuesta y dejar que su hija viviera tranquila en la casa, con sus cuidados y sin mucha preocupación, pues tendría a su tía y a sus abuelos dándole el amor más puro del mundo.