"Llévame a casa donde pertenezco"

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Al distinguir el sol resplandeciendo en mi ventana, había caído en la realidad.

Era miércoles y hoy, debía ir al aeropuerto con Dylan.

No quiero ni pensar en lo que podría pasar hoy, pero, ayer me lo había dejado muy en claro, mi familia está en peligro. Debería decidir algo si o si el día de hoy.

Desbloqueo mi teléfono para avisarle al profesor por email que iba a ir aparte al aeropuerto. En eso observé que eran las diez de la mañana, fui a ducharme para tratar de tranquilizarme mentalmente, al menos un poco.

¿Que podría hacerle el padre de Dylan a mi familia si ellos no están aquí? A mí no me haría nada, estaría el profesor Hanks allí, yo iba a estar a salvo.

Escucho como tocan mi puerta y entra Lyla:

—¿Como te sientes? —.

Pregunto mientras se sentaba en mi cama, yo le sonrió:

—Bien, un poco mareada por todo lo que dormir, pero, nada del otro mundo—.

Note como su expresión se suavizo, pero, algo seguía generándole inquietud:

—...Mejor—.

—¿Que paso al estar desmayada?

Parece que fui muy directa en mi pregunta que la tomo desprevenida. Yo siempre supe que cuando me desmayaba, era porque había colapsado emocionalmente:

—Lo de ayer fue un desmayo de estrés postraumático...ya sabes, pero, es el primero que presencio y....otra vez, hablaste desesperada dormida—.

Asiento lentamente con la cabeza:

—Y.... ¿Esta vez qué dije? —.

Mi hermana suspiro, yo conocía esa expresión. Había dicho algo realmente alarmante, algo que urgentemente debía hablar con Leah:

—Esta vez, solo fue una frase, que repetiste varias veces—.

—¿Y cuál era esa frase? —.

—"Él está volviendo por nosotros"...Mei, estabas por sufrir una convulsión, pensé que ibas a—.

—Nunca pasara eso Lyla, no es la primera vez y lo sabes. No debes preocuparte por mí—

—Mei, tu no presenciaste lo que hiciste—.

Me siento a su lado:

—No...pero, soy lastimosamente quien lo siente en primera persona—.

Ambas permanecimos en silencio:

—¿Crees que fue por Dylan? —.

—¿Y por quién sino? —.

No sé el porqué, algo en mí sentía que estaba equivocada.

—¿Así que Daniel te vendrá a buscar? —.

Me pregunto mi madre mientras bebíamos un café y mirando la televisión juntas. Hace mucho no hacemos algo así, no sé por qué hoy quise compartir un momento con ella:

—Si, ahora a las 6 vendrá y también, ira a recogerme allí en el aeropuerto—.

Ella asiente:

—Mejor, con lo que le paso a esa chica hace poco, es mejor evitar que este sola en la calle a estas horas—.

Si supieras lo que realmente pasa mamá.

Siempre trate de ocultártelo, ya que, en tu trabajo ni siquiera hablan de lo podrida que esta la ciudad. Tu solo piensas que son rumores y prefiero que sigas pensándolo.

Ecos de una historia jamás contada. Parte IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora