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Como la pandemia llegó, suspendieron indefinidamente las clases presenciales. A Lumine eso le amargó demasiado, ella quería asistir, hablar con sus nuevos amigos, dar lo mejor de ella en clases, pero como siempre le pasaba, cuando algo iba bien de un día para otro se le arruinaba, dejándola triste.

El encierro condujo al estrés, a la reactivación de su ansiedad, a la depresión de la que nunca pudo salir. Su única entretención era jugar y ver videos, ya que no tenía mucho espacio ni privacidad para hacer sus antiguos hobbies, como bailar, cantar o tocar instrumentos, ya que esto último los había perdido en el incendio de hace un año.
Comenzó a socializar nuevamente con gente desconocida en internet, y así se reencontró con viejos amores que tuvo. Aunque todavía recordaba cómo la había dejado su casi-algo de inicios de ese año, literalmente se fue llorando de su casa porque descubrió que se estaba besando con otras personas.
Aunque eso no defraudó el deseo de buscar a una pareja, ella creía en el amor a distancia y en los primeros meses, casi tiene algo con dos personas, pero como siempre, se le esfumó la oportunidad.

Por ello mismo, estaba más que feliz cuando Childe empezó a integrarse a su vida otra vez, aunque de forma online ya que hablaban y jugaban más que nada, pero eso ya llenaba la soledad que Lumine tenía en su corazón.

Cada día que pasaba, hablaban más y más, al inicio era con palabras, luego fue por llamadas de voz, y desde entonces ya nunca se dejaron de llamar.

Semanas pasaron, y Lumine comenzó a sentir mariposas en el estómago y esa emoción que llenaba su pecho cada vez que hablaba con Childe, se empezaba a sentir feliz dentro de toda su desgracia.
Ya ni siquiera le importa si no dormía o comía, ella era feliz hablando con él, y eso era lo único que le importaba.

Aunque una pequeña desilusión le caía de vez en cuando, al pensar de que tal vez ese sentimiento de amor que estaba creciendo en ella no era mutuo, pero a pesar de eso, ella se conformaba con lo que tenía.

Pasaron meses, y ella ya no podía seguir ocultando esos fuertes latidos cada vez que pensaba en él, así que se armó de valor, y decidió que una noche le declararía sus sentimientos.

040422 [chilumi;au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora