seis

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Lumine no soportaba la distancia, no sólo porque no podía abrazar o besar a su novio, sino porque no aguantaba la actitud de Childe cuando estaba lejos, era como si cambiara de personalidad, era celoso, no la dejaba jugar videojuegos con nadie más ni tampoco hablar con gente mientras él no estuviera. Lumine le había aceptado sus condiciones sólo por el amor que le tenía, pero en el fondo sabía que no estaba bien. La ansiedad le carcomía, y la culpa cuando sus otros amigos le escribían para jugar y ella no podía decirles nada, hasta que un día estalló y le dijo llorando a Childe.

—¡Esto no está bien! ¡Sólo quieres alejarme de mis amigos!

Childe no se esperaba esa reacción, realmente no fue consciente de lo que estaba haciendo y jamás pensó que le afectaría de esa forma a su novia, pero en cuanto escuchó a Lumine llorando, se disculpó y prometió hacer las cosas bien desde ese instante.

En cierta parte fue verdad, un día Childe llegó a la ciudad y le pidió a Lumine que se encontraran en la misma plaza donde solían verse. Este llegó llorando y pidiendo perdón, y Lumine le tuvo que consolar.
Sin embargo, a pesar de que todo parecía haber mejorado (la actitud de Childe en general), Lumine ya no se sentía satisfecha. No lo malinterpreten, ella aún amaba a Tartaglia, pero simplemente no era lo mismo después de la decepción que le causó.
Tal vez fue una exageración, pero recuerden, Lumine aún no lidiaba con su pasado, y la escena que acababa de vivir con Childe fue esa última cosa que le faltaba para derrumbarse.

Ella le había terminado, después de diez largos meses de noviazgo, decidió que lo mejor era terminar. Pero ya que Childe alejó a todos sus amigos, podían ellos seguir siéndolo porque sólo se tenían el uno al otro.

Desde entonces, empezó la tragedia.

040422 [chilumi;au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora