siete

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Lumine se había hundido en la depresión, todo su pasado se le juntó como una espada que se clavó directo en su corazón, y se iba transformando en una alma en pena.

Childe iba mejorando, pero Lumine estaba empeorando.

Comenzaron sus crisis de ansiedad, de pánico, sus recaídas en la tristeza profunda, se volvió agresiva tanto físicamente como verbalmente. Se volvió inestable, cualquier cosa podía hacerla estallar.
Sin querer hacerlo, y sin darse cuenta, le comenzó a hacer daño a Childe, y a pesar de que éste sufría por ello, no se quiso alejar ya que la amaba.

Estuvieron así casi por un año, sin embargo, habían veces donde Lumine podía estar normal y calmada, y cuando ella estaba así, lo pasaban muy bien.
No todo fueron malos momentos, compartieron muchas cosas lindas también, pero el problema era la depresión que consumía de a poco a Lumine.

Ella había dejado de tener el control de sus emociones, y no era consciente del daño que causaba a casi todos los que se le cruzaban.

Su relación de cierta forma se tornó tóxica, debido a que Childe había alejado a todos sus amigos, tanto los que tenían en común o los personales, no tenían a nadie más. Por eso mismo, se hicieron tan unidos pero se amarraron con un lazo de espinas. Ninguno se hacía bien.

No sabían como separarse, a pesar de sus intentos y los ruegos de Lumine hacía Tartaglia de que se alejaran, nunca lo hicieron. En realidad, ninguno de los dos ponía de su parte en ese sentido.
Childe ya vivía casi de forma definitiva en la ciudad, por lo que se veían todos los días, y así, tenían encuentros amorosos o sexuales.
Childe sabía que la seguía amando, pero a pesar de que le decía a Lumine que volvieran, ella lo rechazaba diciendo que se había desenamorado.

Aunque, ¿era eso verdad? ¿o sólo tenía miedo de acabar peor?

040422 [chilumi;au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora