(wish you were sober- conan gray)
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Luego del torneo Johnny y Daniel nunca más intercambiaron miradas, toques, roces, golpes, gritos ni amenazas. Ya no era necesario, LaRusso era el ganador, era el nuevo rey del karate. Lawrence había sido bajado de su trono de la peor manera posible.
Sin su reinado, sin su figura paterna, sin su ex novia, sin popularidad, sin amor.
En Johnny Lawrence solo quedaban rastros de lo que alguna vez fue. Su cuello todavía dolía, la marca carmesí que había tratado de ocultar con cuellos altos para no sentir las miradas de lastima de sus compañeros y profesores era más evidente y profunda que nunca. Tanto así que todavía le seguía doliendo la garganta y en ocasiones no podía respirar.
El alcohol se había vuelto su fiel compañero de vida. Lo ayudaba cuando sentía esa presión en su cuello adornado con ese color carmesí.
[...]
— ¡Fiesta en casa de Johnny!.— gritó Dutch parándose en una de las mesas del casino del colegio. —¡Todos invitados!, habrá alcohol.
Para Daniel LaRusso la vida le había cambiado radicalmente. Era popular, el rey del karate, y Johnny Lawrence ya ni siquiera lo miraba. Algunas veces creyó que sería feliz así.
Pero se había equivocado, extrañamente extrañaba la atención que Johnny Lawrence ponía en él, aunque fuese para golpearlo. Extrañaba sus golpes. No era sano lo que sentía, si, estaba completamente loco, pero era lo que sentía y no podía cambiarlo.
— Iremos a la casa de Johnny, ¿irás?.— Bobby Brown quien había establecido algún vínculo de confianza con el pelinegro luego del torneo le habló sacándolo de sus pensamientos.
— ¿A la casa de Johnny?, ¿para qué?.
— La fiesta. ¡Será la mejor del año!, ¡Vamos LaRusso!, es nuestro último año de escuela. Después nunca más nos veremos.— Daniel lo pensó y al final de cuentas le asintió a Bobby con la cabeza. — ¡Será una gran fiesta Daniel!.
— Espero que sea así.
[...]
— John, no deberías tomar desde las 1 pm, te enfermarás.— Johnny le entregó una cerveza a Jimmy y rió.
— Hago lo que se me da la gana hacer Jimmy. Y si quiero embriagarme a las 1pm lo hago. Tú no eres mi papá.
— Lo sé, solo estoy preocupado por ti, ¿si?.
— ¿Preocupado por mi?. Jimmy, puedes dejar de pensar mariconadas por un momento y sostén la botella que te estoy entregando. ¡La fiesta ya empezó!.— Jimmy sonríe pesadamente mirando cómo Johnny ya iba por la quinta cerveza.
[...]
LaRusso llegó a la casa de Johnny con una cerveza de frutas en la mano. Ali ya se había despegado de su lado y a Bobby Brown no lo veía por ninguna parte.
Empezó a vagar por el espacioso lugar, era hermoso. Sus muebles eran magníficos, los candelabros eran gigantes y los cuadros de obras de arte le daban el toque de cultura que cualquier hogar de Encino Hills debía tener.
Al entrar a un pasillo encontró tirado en el suelo a un rubio conocido. Si, Daniel LaRusso supo enseguida que se trataba de su ex acosador.
