LA PLÁTICA

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Hubo un pequeño conflicto en ver quien se sentaba atrás de mi pero después de un rato se sentó Miguel.

-Hola linda – dijo con una voz bajita por que la clase acababa de empezar.

-Hola Miguel –me volteé para mirarlo y sonreírle.

-La vista enfrente por que después no quiero que me culpes de que no entendiste la clase.

-Cierto – le troné los dedos en forma divertida.

Terminaron las clases y estábamos de vuelta en los dormitorios.

 Si había sido un poco difícil pero había sobrevivido a Miguel y Adrián y lo impresionante de todo es que ellos sobrevivieron.

Ay pues claro ni modo que se golpearan o algo parecido.

Eso sí se dedicaron varias miradas de odio mutuo, algo estaba claro, no se caían nada bien. Y de alguna manera eso pareció enfadar un poco a Ignacia, que veía eso desde la parte de atrás de la primera fila.

Yo sigo sin entender el motivo de su enfado.

Bueno tal vez no le guste ver a su hermano en ese estado.

Pero suficiente tenía con estos hombres como para intentar resolver algo más.

-Admito que pensé que se matarían en la primera oportunidad que tuvieran – bromeo Nataly.

-Aunque te parezca graciosos yo si lo llegué a pensar.

-Pero lograron sobrevivir, ahora solo falta que lo hagan el resto del año.

-Ahh – me avente a la cama – en este momento quisiera mudarme a una isla desierta y quedarme ahí con muchos libros y comida, sin tanto rollo.

-Hay vamos, esto es lo que le da sabor a la vida, si no sería tan aburrida como tú – me golpeo el hombro juguetonamente.

-Supongo que tienes razón jajá.

-Quieres que nos pongamos a ver películas y comer golosinas o prefieres quedarte tu sola e intentar aclara tu seguramente caos que tienes en la cabeza.

Algo increíble de nuestra amistad es que nos preguntamos directamente lo que queremos o no.

-O quieres que me ponga en plan psicóloga de: te desahogas y te respondes tú solita.

-Eso, lo último por favor.

-Ok pero supongo que aun quieres comida ¿verdad?

-Estas en lo cierto.

-Vale, ya vuelvo deja preparo todo.

-Vapis.

Natalia fue y preparo palomitas y unas bebidas, mientras tanto yo acomode mi cama para que podamos estar más cómodas, ya que iba hacer una plática larga e igual busque uno de mis libros favoritos y un cuaderno lleno de frases motivacionales con fotos de mis hermosísimos esposos (ficticios tristemente). Que había creado justamente para mis momentos de bajones o caos mental.

-Ya volví – comentó Nataly con las manos llenas, una con un bol de palomitas y en la otra bebidas.

-Gracias – murmure.

-¿Por qué?

-Por siempre apoyarme y escucharme cuando lo necesito y por qué nunca te quejas de que te agobio von mis problemas.

-Y nunca lo hare Clau, escúchame bien –tomó mi cara con sus manos – tú no eres mi amiga, tu eres mi hermana y tus problemas son los míos, siempre ha sido así y siempre lo será ¿entendido?

-Si capitán.

-Muy bien ahora cuéntame que pasa por esa cabecita.

Nos acomodamos y empecé a contarle como me sentía al respecto a los comportamientos de Adrián y sobre también los de Ignacia.

-Bueno en mi opinión, yo digo que está clarísimo, Adrián siente algo por ti, por eso su enfado de que salgas con otros chicos. Y lo de Ignacia es lo mismo que llevo diciéndote desde secundaria, a ella no le agradas te tiene envidia.

> Pero lo importante de todo es, ¿Qué sientes por Adrián?

-Yo… bueno… amm… yo siento que…

-Verdades Claudia.

-Es que no sé lo que siento, no sé si me sigue gustando o solo lo estoy viendo como un “Amor de la infancia” y además esta este chico, Miguel que en pocos días ha logrado que me sienta muy feliz entonces no se – terminé agitada de lo rápido que había dicho todo.

-Vale, pues entonces olvídate de todos y enfócate en Miguel.

-Es tan fácil decirlo, pero…

-Pero que Claudia – me interrumpió – por lo que más quiera, cuando algo te afecta debes de mandarlo muy lejos y punto, así de sencillo.

-Lo intento, pero no puedo.

-Bien entonces solo intenta enfocarte en ti y en Miguel vale

-Vale.

-Bien ahora toca terminar la tarea e irnos a dormir.

Terminamos de hacer los deberes y todavía me había sobrado algo de tiempo, el cual aproveche para hablar con Miguel.

Supongo que tiene razón Nataly, debo mandar de una vez en cuando muy lejos lo que me daña, todo eso que me afecta y enfocarme en lo que me alegra y me hace bien.

 
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Nota:Que bonita amistad la de Claudia y Nataly ¿no creen ?

Gracias por todo, abracitos
Adriana. C

NUESTRO DESTINO [#1](COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora