PoV. Izuku
Katsuki acabó buscando en su teléfono algún lugar donde vendieran batidos. La búsqueda dio resultados. Encontramos una cafetería que prometía tener un excelente café, y que además vendía batidos. ¿La guinda del pastel?, era una cafetería pequeña, íntima y poco frecuentada. No estaba vacía, pero tampoco llena, era perfecta para pasar la tarde/noche.
Lo primero que me llamó la atención por fuera fue el gran ventanal que daba vistas de una pequeña calle poco transitada. Por dentro fue la decoración que tenía. No podía decir que era una rústica, porque no era así, pero se asemejaba en los detalles de madera que se veían en el techo y paredes. El resto de la decoración era sencilla, pero linda. El local no era muy amplio, dentro había 4 mesas con 3 asientos en cada mesa, una barra para pedir la orden y pagar, lámparas de techo alto simples de color negro y un pequeño escaparate para ver algunos de los pasteles de los que disponían.
Nos sentamos en la mesa más alejada de la puerta y con buena visión de la calle. No pasó mucho tiempo cuando alguien se acercó a tomar nuestro pedido, según su chapa se llamaba Tsuyu. Primero nos recitó la gran variedad de postres y bebidas que poseían, y luego de elegir se fue con una gran sonrisa, igual que vino. Katsuki parecía algo tenso. Yo ya sabía que esta salida "imprevista" no fue tan espontánea como Katsuki prometía. Él quería decirme algo, y yo lo sabía.
—Te veo tenso.— Él me sonrió ladino. Siempre que está nervioso hace eso. —Venga dime ya qué te pasa,— Lo vi dudar si decirme o no, me estaba poniendo nervioso —O prefieres que me vaya.— Admito que eso sonó borde. En mi defensa yo seguía alerta cerca de él.
—Wow, vale, vale fiera, calma,— Suspiró resignado y al fin se dispuso a hablar, —la verdad es que esta salida la había "planeado",— dijo haciendo comillas con sus dedos —si se le puede decir así a un plan que preparé una hora antes. Lo que quiero decir es que, quería volver a empezar contigo, como amigos y ya. Pensé que quedar a tomar algo era habitual entre amigos.— Esta situación era alucinante, por un momento pensé que iba decirme algo importante, y yo ya me estaba montando todo un drama en mi cabeza.
—Mmm, ya veo, me parece bien.— Le sonreí para aligerar un poco el ambiente, que se había vuelto tenso de un momento a otro. El me correspondió la sonrisa, —¿Y de qué quieres hablar?.— No se lo pensó mucho para contestar.
—No sé. Empecemos por cosas básicas. Cuéntame qué te gusta.— Lo miré con cara de pocos amigos sin poder creer lo que me acababa de preguntar.
—¿En serio? Es una broma, ¿no?— El me miró aterrado, normal, acababa de meter la pata hasta el fondo. —Ya intuía que no me escuchabas mucho cuando hablábamos y estaban cerca Eijiro y Denki, pero de eso a que no me escucharas hablar de mi amor y pasión por los cómics.— Lo miré con pura decepción.
—Tsk, por supuesto que te estaba escuchando. Sé perfectamente que te gustan esas cosas de All Might, y toda esa mierda.— Kacchan parecía molesto, pero yo estaba aún más molesto ahora.
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Esta mierda me supera
FanfictionSe supone que cuando te casas con alguien lo haces teniendo la absoluta certeza, en tu corazón, de que esa persona y tu pasaréis el resto de vuestra vida juntos. O por lo menos eso es lo que esperas cuando decides dar un paso tan grande, Bien. ¿Y s...