XI

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Narrador omnisciente

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Narrador omnisciente

Un tiempo después de comprometerse, la pareja se casó la primavera siguiente después de la boda de Kaminari y Kirishima, justo el día en el que se hicieron novios oficiales, el día de las aguas termales mal planificadas.  El 27 de abril se convirtió en su día especial. 

Katsuki marcó a Izuku el día de su luna de miel, e Izuku también lo marcó a él. Fue una decisión que tomó Katsuki para demostrarle que aunque la marca de un omega no significara nada, para él, la marca de SU omega, lo era todo. Y para hacerle ver a Izuku que él jamás lo abandonaría, porque su lugar en el mundo siempre había estado junto a su amado peliverde.

Por supuesto que Izuku se sintió la persona más dichosa del planeta cuando su alfa no hizo más que demostrarle que no se había equivocado al escogerlo a él como su compañero para la eternidad. 

PoV. Izuku

Estaba nervioso, más que nervioso, estaba asustado. Sin embargo, intentaba ocultarlo. Sabía que Kacchan estaría sintiéndome a través de nuestro lazo. Tenía que calmarme sino quería que mi alfa llegara de un momento para otro y arruinara la sorpresa que he estado preparando durante dos semanas, dos largas e interminables semanas.

—Izuku cariño tienes que calmarte, el estrés no es bueno para el bebé. —Me tensé de inmediato. "el bebé", no me había parado a pensarlo, de nuevo una vida se gestaba en mi vientre. Volvía a estar embarazado, tenía ya mes y medio de embarazo y aún así seguía . La diferencia, es que esta vez pensaba protegerlo a toda costa.

—Tienes razón mamá. —Sonreí mientras acariciaba mi vientre apenas abultado. Denki y mi madre me ayudaban a prepararlo todo para cuando llevara Katsuki del trabajo. Kirishima tenía el trabajo de distraerlo. Ya no me sentía celoso de su relación, no ahora que Denki y Eijiro eran esposos y estaban unidos por un lazo. 

—La cena ya casi está Izu. —Denki salió de la cocina, obviamente fue mi madre la que cocinó, porque Denki seguía sin aprender a cocinar ni un huevo si provocar un incendio. En cambio yo, con un par de clases de cocina junto al chef Katsuki, había aprendido lo suficiente para subsistir cuando mi alfa no podía consentirme con alguno de sus manjares. Estábamos en nuestra casa, la mía y la de Kacchan. Me senté en el sofá junto a Denki y mi madre. El ambarino nos trajo té. —¿Cómo te encuentras?. —Cualquiera ajeno a mi situación pensaría que se refería a mi embarazo, pero la realidad es que se refería a mi estado mental, a cómo estaba sobrellevando el volver a estar en cinta después del trágico final de mi último bebé.

—No os voy a mentir, a veces temo despertarme una mañana y descubrir que he vuelto a perder a un hijo. —Mi madre apoyó su cabeza en mi hombro mientras me abrazaba consolándome. Denki me miraba con comprensión y tristeza. —Pero hasta ahora todo ha ido bien, gracias al cielo. Con Kacchan me siento seguro, como si nada malo pudiera pasarnos si estamos juntos. Por otro lado, siento que no puedo bajar la guardia desde que me enteré de que estoy en cinta. Pero no por Katsuki, sé que él jamás me haría daño, es simplemente el miedo del pasado que me atormenta todavía.

—Izu, estoy seguro de que esta preciosa bendición, —dijo Denki tocándome el vientre —nacerá sano, y tan precioso como su padre omega. Pero recemos para que no saque el carácter de su padre alfa. —Me reí junto a mi madre de la broma de Denki. Él siempre sabe como animarme. No pasó mucho hasta que se tuvieron que ir, ya que mi alfa llegaría en cualquier momento.

 No pasó mucho hasta que se tuvieron que ir, ya que mi alfa llegaría en cualquier momento

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PoV. Izuku

Me puse un precioso vestido verde corto de seda con un corte en el lado derecho que mostraba mis piernas. Me senté en la mesa ya preparada con la cena y en menos de cinco minutos escuché la cerradura de la puerta abrirse, mi alfa había llegado. Por supuesto, cuando apareció en mi campo visual se veía sorprendido, ansioso, me miraba deseoso pero con amor. Como todo un caballero solo se acercó y me besó el dorso de mi mano para sentarse en frente mío. 

—¿No me vas a preguntar por todo esto?. —Katsuki sonrió ladino, y como la primera que lo vi, sentí un corrientazo que me recorrió de pies a cabeza. 

—Mi precioso esposo me ha preparado una cena romántica a oscuras con velas, no tengo que preguntar nada, solo tengo que agradecer a cualquiera de allí arriba por ponerte en mi camino.—Me sonrojé ferozmente ante la confesión de mi marido. Negué riéndome de lo nervioso que estaba.

—Lo increíble es que después de tanto tiempo juntos, sigas siendo capaz de hacerme sonrojar de esta manera. Te amo. —Kacchan se levantó un poco para inclinarse y depositar un dulce beso en mis labios.

—Te adoro, te ves hermoso con ese vestido. —Amo tanto a mi alfa. Se volvió a acomodar en su sitio y a continuación empezamos a cenar. 

La cena fue amena, conversamos entre sonrisas. Y agradecí a pesar de haber pasado tanto tiempo seguíamos teniendo tiempo para hablar durante horas, sin cansarnos del otro. Cosa que hace unos años me parecería imposible haber hecho con mi ex-marido, con Katsuki era tan fácil, tan natural entre nosotros. Cuando terminamos de comer me volví a poner nervioso.

—¿Qué te pasa precioso? ¿Te sientes mal? te siento nervioso. —Él me sentía por nuestro lazo, ya había llegado el momento de darle la sorpresa.

—No es nada malo Kacchan, te lo prometo, pero necesito que cierres los ojos hasta que te diga que los abras. Y no mires, es algo muy importante. —El alfa obedeció sin rechistar. Y yo saque la cajita que contenía mi regalo para Kacchan y la puse delante suya. —Ya puedes abrir los ojos.

Katsuki lo hizo y miró la cajita, luego me miró con extrañeza. Tomó la cajita en sus manos y la abrió, dentro había un ultrasonido y unos zapatitos de recién nacido. Katsuki agarró la ultrasonido y miró las cosas totalmente ido, estaba en shock. Después de unos segundos me sorprendió levantándose de golpe, estaba sonriendo. Una explosión de feromonas felices causadas por el alfa. La casa olería solamente a sándalo durante horas.

—¿Es en serio?— Asentí en respuesta y el lanzó un grito de júbilo al aire de la emoción y felicidad. Yo no podía estar, más feliz de la reacción de mi alfa. Se acercó a mi y me alzó en el aire mientras se reía. —Joder, no sabes cuanto te amo, me has hecho la persona más feliz del planeta. Te amo, te amo, te amo. —Me besó mientras me bajaba con cuidado y se agachó para besar mi vientre. —¿De cuanto tiempo estás?.

—Un mes y medio, pero me enteré hace dos semanas. Por eso he estado nervioso, quería darte una sorpresa. —Kacchan se levantó y me dio un beso en la frente, uno en la mejilla, y finalmente en los labios. Sus besos siempre han sido cálidos. Nos separamos y unimos nuestras frentes. —Te amo Katsuki.

—Yo te amo mucho más Izuku. 

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FIN 💖
Espero que os haya gustado el final.

Esta mierda me superaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora