Te amo

363 72 39
                                    


Maraton 1/3

Nozomi

Tengo diez minutos sentada encima de Jin, estoy con mi cabeza en su hombro oliendo su cuello, mis dedos están metidos en su cabello, no quiero soltarlo, quiero quedarme así con él, pero también no quiero verlo al rostro. No sé cómo decirle que va hacer padre.

—¿Cómo te ha ido en Canadá?

—Diría que bien —sentí las manos de Jin en mi espalda dándome mimos —mi padre me está apoyando mucho para no volverme loco, pero aún así me haces mucha falta.

—¿Cuánto tiempo te quedarás?

—Dos semanas.

Levanté mi cabeza de sus hombros y lo mire a los ojos.

—¿Quieres quedarte conmigo? No te vayas a un Hotel.

Me sonrió y beso mi frente.

—No me iría aunque me corrieras —me acomodo para que mi cuerpo quedará más pegado al suyo —y siento que tú no me dejaras mover de este sofá.

Negué con la cabeza.

—Te estoy secuestrando.

—Es un gran plan.

Me besó finalmente y esos labios gruesos me llenaron de calor, el beso era algo lento, sintiendo su lengua dentro de mi boca en una danza tranquila, tomo mi rostro para hacer el beso más intenso. Nos separamos un momento para mirarnos.

—Es mejor de lo que recordaba.

Empezó a besar mis hombros quitando el suéter blanco.

—Espera—eso decía pero inclinaba más mi cabeza para que sus labios subieran a mi cuello— necesito decirte algo, pero así no me puedo concentrar.

—Te escucho, mis labios son los ocupados no los tuyos — ahora sentí sus manos en mi trasero.

—Jin —moví un poco mis caderas.

—¿Me puedes mostrar la habitación?

Me levanté y lo tome de la mano para que se levantará, pasamos por la cocina.

—Esta todo muy bien decorado.

—Seo me a ayudado a elegir los muebles de casi toda la casa.

Fuimos al pasillo que daba a las habitaciones. El inspeccionaba toda la casa con la mirada, pasamos el cuarto vacío y se detuvo.

—¿Qué habrá aquí? Es lo único que falta de la casa por lo que veo.

—Seo no quiere que decore hasta que ella venga —sentí un nudo enorme, no sé porque no querían salirme las palabras.

—¿Vivirá contigo?

—Solo un tiempo.

Juguete con mis manos.

—Jin —tome aire y lo solté —no se cómo decirte esto de una manera sutil.

Me puso atención hasta que escuche la puerta de la entrada abrirse de golpe.

—¡Nozomi! —se escuchaba molesto — ¡Nozomi!

—¿Ese es Hoseok?

Salió del pasillo hacia la sala.

—¡Tu! —le soltó un golpe a la quijada

—¡Hobi alto espera!

Lily entro y me ayudó a detener a Hobi, mientras yo ayudaba a parar a Seokjin.

F...UDonde viven las historias. Descúbrelo ahora