Dicen que si se quiere entonces se puede, y yo lo quiero a él, pero no puedo.
Los rayos del sol daban directamente en mi rostro, poco a poco fui despertando, mi cabeza se movía de arriba a abajo al compas de una pacífica respiración, al abrir los ojos me encontré con el pecho desnudo de Justin, por un momento creí que estaba dormido pero su voz me hizo darme cuenta de lo contrario.
- Tienes que hablar de lo que pasó con Jack.
- El lo va a entender después.
- El quería hablar contigo ayer porque quería que fueras esta noche a cenar en su casa.
- Pues dejó muy en claro que no quería verme.
Automáticamente las lágrimas comenzaron a llenar mis ojos, cuando un par de ellas mojaron el pecho de Justin comenzó a acariciar mi espalda, sentir su tacto tan cálido me hizo sentir acogida, cómoda, apoyada, ¿Por qué no puede apoyarme en todo?
- ¿Por qué no puedo ver a mi hijo?
- Muy pronto lo harás, te lo prometo, el está muy bien, te extraña muchísimo.
- ¿Por qué mierda me estás haciendo esto?
- Jess por favor.
Entonces me incorporé un poco y lo miré directo a los ojos, está vez su rostro estaba un poco mejor, mirar sus ojos miel revolvió un poco más mis sentimientos, me esforcé todos estos años por convencerme de que no lo quería, de que siempre fue malo para mi, que siempre me utilizó y después me desechó como basura, me convencí de que no debía quererlo.
- No te cases.
Mi voz se quebró después de eso y fue reemplazada por un sollozo, sus ojos dejaron de brillar, estaban heridos, y se muy en el fondo que estaba luchando.
- Pídeme el mundo entero si quieres, pero no eso.
Seguí llorando sin remedio, él comenzó a incorporarse para salir de la cama.
- ¿Tan valiosa para ti es esa corona?
¿Acaso es lo único que le importa? Yo tengo una, se la doy, no me importa, solo quiero estar con mi hijo... Y con él.
- No voy a renunciar a ella, perdóname.
Se puso de pie, buscó su playera y se la colocó rápidamente, no pude decir nada más, simplemente me quedé sobre la cama, sola y dejándolo ir así sin más, me observó unos minutos más antes de salir, seguro sintiéndose mal por lo patética que me veía.
- La boda es mañana, y solo quiero que sepas que cuando te conocí y me estaban obligando a casarme contigo te odiaba, aún sabiendo que tu me amabas, ahora que debo casarme y no es contigo me estoy volviendo loco, pero no puedes entender por qué lo hago.
La amargura llegó a mi alma, con cuidado me puse de pie, seque un poco mis lágrimas y volví a mirarlo.
- Entonces cuando estés en el altar y digas acepto, deberás entender que estarás renunciando a mí, a todo.
No fue necesaria ninguna respuesta, solo me miró por unos segundos más y se dió vuelta para salir.
No le importaba.
La desesperación invadió mi ser, grite como una loca, en cierto modo lo estaba, me estaba volviendo loca de impotencia, de no poder hacer algo por nosotros, grite aún más fuerte tratando de encontrar paz en el desahogo, sentí mi pecho desgarrarse y entonces cedí al llanto, ¿Porqué me estaba haciendo esto?.
- ¿Está bien?
De entre el llanto pude escuchar la voz de Max, negué lentamente sin abrir aún los ojos, algo que jamás había pasado antes me dejó casi perpleja pero me reconfortó, Max puso sus brazos a mi alrededor en un muy cálido abrazo, su mano acariciaba ligeramente mi espalda tranquilizando mi llanto.
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Fear
RomanceEl miedo es la sensación extraña ante una situación desconocida o peligrosa aunque muchas veces sentimental. Un consejo: Duda siempre. Terminada.