Capitulo 8 *Y si...*

4.7K 215 17
                                    

Me enamoré de lo que soñaba... Y desperté.

Pensar en la tranquilidad que tenía mi vida me deprimía, pero tampoco me puedo permitir el dejarme consumir, tengo veinte años, las decisiones que tomo deben ser mejor pensadas, más sensatas, y a pesar de que disculparme con Justin en este momento sería lo más sensato simplemente no puedo, no puedo si quiera mirarlo desde que se sentó frente a mí y comenzó a desayunar.

- Lo de anoche no se puede repetir. - Como si leyera mis pensamientos sacó a relucir el tema, lo mire mientras el estaba concentrado en su fruta, ¿Qué parte no se puede repetir? No puede evitar pensar eso, pero tampoco lo diré. - Ningún imbécil puede si quiera mirarte a menos de que tú lo autorices y lo saben. - Lo miré con curiosidad, ¿Que quiere decir con eso? Después lo preguntaré.

- Quiero disculparme contigo por lo de ayer, jamás había bebido tanto y todo estaba muy borroso. - Gire mi rostro con vergüenza, su mirada por fin se clavó en mí. - Ocasione muchos problemas y no se qué hubiera pasado si tú no hubieses llegado, gracias por eso. - No hubo respuesta de su parte, se limitó a cruzar los brazos y acusarme con la mirada.

Un poco de alivio me invadió después de decir esas palabras, pero tenerlo frente a mí, mirándome de esa forma no hacía más que ponerme muy nerviosa, hice la silla hacia atrás y me levanté con cuidado aunque no necesito muletas es un poco difícil caminar, llegué a la sala de estar y me acomodé en un sofá, para pasar un poco el rato y distraerme de lo que rondaba mi mente, puse una película alemana al parecer algo así como una comedia, vi a Bieber sentarse en el sofá junto a mí, me puse un poco incómoda pero no dije nada.

Me quitó el control y cambió de canal, no me atreví siquiera a reclamarle, dejé de poner atención y me acomodé mejor en el sofá, mi noche no fue buena, el dolor de tobillo no me dejo dormir bien, a pesar del café de esta mañana el sueño comenzó invadirme, me hice un ovillo ya que comencé a sentir un poquito de frio, recargue mi cabeza en el brazo del sofá para estar más cómoda y poco a poco cerré mis ojos, sentí a alguien poner una manta sobre mí logrando que eso me ayudara a dormir.

. . .

Comencé a abrir mis ojos de a poco, miré a mi alrededor en busca de alguien pero estaba completamente sola, en silencio me levanté en busca de mi celular, con cuidado subí las escaleras y caminé a mi habitación, las próximas horas estuve realizando algunas tareas, me ausentaría en la universidad por el resto de la semana así que tenía que trabajar desde casa.

Sin darme cuenta el día había terminado, me asomé un poco en la ventana, las estrellas lucían perfectas, me coloqué algo un poco más abrigador y con cuidado bajé las escaleras, entré a la cocina para prepárame un café, era más de media noche por lo tanto Clarie probablemente ya estaba dormida, salí por la puerta trasera y me recosté en una banca de la piscina, desde que tengo conciencia me ha gustado salir por las noches, tomarme un momento para mí y admirar las estrellas, estos eran los momentos de paz en los que en ocasiones me sentía mas cerca de mis padres.

Un olor a tabaco me llegó de repente, alcé mi vista buscando de donde provenía, hasta que me detuve en el segundo piso, los tatuajes de aquel chico le dieron un aspecto sombrío, su mirada estaba puesta en mí, no tenía expresión alguna pero parecía tranquilo, dio una ultima calada a su cigarrillo y lo tiró al suelo, lo pisó para finalmente entrar a su habitación dándome una ultima mirada.

Aún no estoy segura de cómo me hace sentir este chico, definitivamente es diferente estar con él, me gusta culpar al alcohol de mis anteriores acciones, pero muy en el fondo sé que algo de mi quiere estar cerca de él, aunque, aún no logro descifrar el por qué, no había tenido un novio antes, se que aunque nadie lo dice parezco una chica rara, quiero pensar que es por eso que nadie se acercó a intentar salir conmigo, aún así no es algo que me robe el sueño, por supuesto que me encantaría enamorarme, después de todo, la vida siempre termina sorprendiéndonos.

Fear  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora