Capítulo 9 *Corona*

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Un día te despertarás sintiendo lo que yo siento...

Una botella estaba en mi mano, no se cómo fue que llegó a ahí, pero gustosa bebí de su contenido, sonriente miré por la ventanilla esperando a Justin, lo vi hablando con unos hombres grandes vestidos de negro, parecía darles ordenes o algo parecido, los hombre se limitaban a escuchar y asentir.

Encendí la radio comenzando a bailar automáticamente con la canción, One day de Dua no se si me puso inspirada o triste por algún amor que nunca he tenido, solté una risita mientras me acomodaba en el asiento, moví ligeramente mis hombros disfrutando del ritmo, di un sorbo más de la botella alargada en mis manos, jamás me sentí tan relajada.

El sonido de la puerta abrirse se escuchó aún sobre la música, abrí mis ojos y miré a Justin acomodarse en el asiento, ni siquiera me miró.

- No quiero ir a casa. - Miré a Justin con súplica.

- ¿Por qué no? - Él no me miraba, se concentró en salir del estacionamiento, aproveché a darle otro trago a la botella.

- Jamás había estado tan relajada. - Volví a mover los hombro con la música. - Había ido a muchas fiestas con Zack antes pero jamás había bebido tanto. - Comencé a reír como si se tratase de una travesura de niños, bebí un trago más mirando los edificios pasar, bueno, nosotros pasábamos pero desde dónde yo estaba pasaban, o sea no pasaban pero si, saben a lo que me refiero.

- ¿Zack es tu novio? - Bebí otro trago negando con la cabeza aún sabiendo que él no me miraba.

- Es mi mejor amigo, solía ser el único hasta que conocí a Kat, es una tremenda, ¿Sabías que a ella le gusta... - Fruncí el entrecejo al darme cuenta de lo que estaba a punto de decir, di un trago casi apurada y reí nerviosa. - A ella le gusta nadar cuando esta ebria?, No la culpo, es divertido. - Entonces me miró levantando una ceja, comenzó a disminuir la velocidad, miré decepcionada el lugar, estábamos en casa.

- ¿Segura que le gusta eso? - Comencé a asentir frenética. - Porque yo creo que le gusta nadar específicamente en la piscina de Ryan. - Desvié la mirada y me encogí de hombros, tal vez Ryan es el único tonto que no se da cuenta, bebí de mi botella, pero me di cuenta que había estado siendo muy descortés al no invitarle un poco a Justin.

- ¿Quieres? - Me miró con confusión, seguro se estaba preguntando de dónde había salido la botella, pero ni yo lo sabía, aún así asintió y bebió un poco, estuvimos un rato en silencio, solo escuchando la música, me devolvió mi botella y di un trago. - ¿Qué paso con el chico? - Pregunté sin siquiera pensarlo.

- ¿Cuál chico? - se acomodó mejor en su asiento, le pasé la botella.

- Ya sabes, el de la otra noche. - Bebió otro sorbo, puse mi mirada en él con tranquilidad, me pasó la botella y lo miré con interés mientras pensaba su respuesta.

- Cometió un error con quien no debía, los errores tarde o temprano se pagan. - Ladee mi cabeza pensando en lo que quería decir. - Tranquila, no esta muerto si eso es lo que piensas. - Fruncí el entrecejo, ¿Estaba jugando conmigo cierto? - me arrebató la botella de las manos y dio un sorbo muy largo.

Recordé las noches así con Zack, cualquiera diría que estoy enamorada de mi mejor amigo y que él lo esta de mí, pero, ¿Quién puede amar a su hermano de esa forma?, jamás he visto a Zack de otra forma y no creo que en el futuro lo haga, es increíble pero no es para mí, no es el tipo de chico que me gusta, pensándolo bien, no sé que tipo de chico me guste, aunque, eso no había pasado hasta hace unos días, cuando de la nada alguien llegó y me puso nerviosa con miradas, me dirigió un par de sonrisas aunque tal vez no sinceras, me hizo temerle pero a la vez preguntar por él cuando no lo veía, según Kat, "el efecto Bieber", miré a Justin con una pequeña sonrisa, no creo que pase.

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