Algunas estrellas dejan de brillar... y está bien.
Jessamine 14 años de edad.
Se han ido, no es para un viaje de negocios ni unas vacaciones, esta vez, es para siempre y me duele en el alma, es indescriptible el dolor que siento justo ahora, ¿Has sentido que nunca volverás a ver a esa persona que tanto quieres? Lo estoy sintiendo, pero esta vez por dos personas.
Mi tío me dio un abrazo reconfortante mientras observábamos cómo sepultaban a mis padres, limpié mi nariz y justo antes de que echaran la primera palada de tierra tomé dos rosas rojas, cuando las arrojé se fueron con ellas momento de felicidad, aventuras, risas, consuelos y mis ganas de vivir.
Cuando el trabajo estaba terminado, mis pies se negaban a moverse, me sentía pesada, cansada, sin vida, no sé qué pasó después de eso, de un momento a otro estaba en casa, justo como jamás me imaginé sentirla; fría, sola y triste, estaba extasiada, caminando sin voluntad, con planes estropeados, una vida no tan intacta, y un tío detrás de mí, esperando alguna reacción de la niña tonta que se quedó sin padres.
Lo único bueno que tenía se me esfumó, como si la vida no tuviera suficiente con hacerme sufrir, definitivamente me quiere ver siendo miserable, y estoy a punto de darle el gusto, de suplicar por piedad y solo ir con mis padres, pero ¿Es el suicidio una solución?
Después de ese día mi cuerpo se quedó vacío, mi voluntad se doblegó y mi ánimo por la vida se esfumó, no importa los ánimos que intentaran darme mi tío o Zack, siempre volvía a caer en lo mismo, pocas palabras, mucho silencio y una mente llena de remordimientos.
5 años después actualidad.
Traté de tranquilizar mi respiración por unos segundos, la velocidad de la caminadora comenzó a disminuir hasta quedar totalmente estática, pase una toalla por mi frente para secar mi sudor, los primeros rayos de sol comenzaron a resplandecer en el gimnasio de casa, bebí un poco de agua y bajé de la caminadora para tomar una ducha, el gris del azulejo hacía que todo fuera más frio y pulcro.
Entré a mi habitación para poder ponerme algo de ropa, ropa interior, jeans, una blusa básica, botines y un abrigo, todo en negro, lo monocromático me calma, saber que por lo menos tengo el control en estas cosas me da muchísima paz, el día parecía no tan cálido a pesar de los pequeños rayos de sol que se logran fugar de entre las nubes, sequé mi cabello y maquillé un poco mi rostro.
Bajé las colosales escaleras con mi mochila pendiendo de un hombro, un par de chicas del servicio se encontraban preparando el desayuno, cuando ingresé a la cocina el aroma a café recién echo invadía el lugar, tomé asiento en el comedor y sirvieron un poco de fruta para mí, minutos después escuché algunos pasos bajar las escaleras y acercarse al comedor.
-Buenos días. - Escuché a Jack decir, lo miré y solo asentí con un terrible intento de sonrisa.
Me gustaba el silencio y creo que mi tío lo entendía, veía a Jack algunas veces cada dos meses debido a que viajaba por trabajo, en ocasiones el remordimiento de no ser tan cariñosa con él me carcomía por dentro, me ha brindado todo su apoyo desde el momento en el que me quedé sola, ha sido un padre para mí después de todos estos años, ha mantenido esta enorme casa y a mí a flote a toda costa y estoy muy agradecida con él por hacer todo esto por mí.
El claxon de un auto hizo que despertara de la nube de pensamientos en la que me había sumergido, terminé todo el café en mi taza, tomé mi mochila y traté nuevamente de sonreírle a Jack esta vez con un poco más de ganas.
-Que tengas un buen día. - Logré decir, desafortunadamente mi voz sonó sin emoción y me reprimí por eso.
-Tú igual pequeña. - salí de casa distraída en mi celular, levanté la vista para mirar a Zack.
ESTÁS LEYENDO
Fear
RomanceEl miedo es la sensación extraña ante una situación desconocida o peligrosa aunque muchas veces sentimental. Un consejo: Duda siempre. Terminada.