Los Personajes Mas Fuertes Del Mundo Están Obsesionados Conmigo (NOVELA)

Capitulo 84

"Como era de esperar".

Dalia dejó escapar un suspiro involuntario. Félix tenía una expresión de desconcierto.

"¿Qué?"

"No, no es nada".

De verdad, no es nada. Dalia sonrió y negó con la cabeza.

"Eres tú quien lo ha planeado".

La buena relación entre la familia Marte y la familia Artus no es conocida por nadie que no esté familiarizado con la política.

Por supuesto, habría pensado que Dalia tampoco lo sabía.

Sin embargo, ni siquiera Dalia podía entender por qué el hijo mayor de Artus, con el que nunca había tenido contacto, se muestra tan amistoso.

"¿El duque Artus reconoció mi cara?

De ser así, eso era bastante aterrador. Intentó con esfuerzo borrar la hipótesis de su cabeza.

"Lo siento, pero hoy también he perdido a mi compañero. ¿Puedo hablar contigo un rato hasta que vuelva?"

Félix se aferró insistentemente a Dalia.

Para ser sincera, Dalia quería decir que no, pero no era bueno mostrar la mala relación entre las familias ducales.

Aceptó con una sonrisa incómoda.

Los dos hablaron mientras caminaban a lo largo del muro del banquete.

La mayor parte de la conversación fue sobre las experiencias de Félix. Muchas de las anécdotas consistían en mostrar la riqueza o el poder de la familia.

Además, él mostraba a escondidas su cara en un ángulo que le hacía parecer guapo, le daba palmaditas en el dorso de la mano o le barría los hombros.

De alguna manera, Dalia se sintió desconcertada por sus acciones, que sólo se harían a un compañero de cortejo.

Además, era obvio que todas sus acciones se basaban en el pensamiento: "Si haces esto, tu oponente se excitará".

A los ojos de Dalia, lo que hizo fue absolutamente ridículo y desafortunado.

Dalia miró a Félix con los ojos nublados. Se preguntó a quién se parecía, y era igual que su padre.

Ya había un registro de su padre que le había dado su tarjeta de visita, así que Dalia interpretó sus acciones como una conexión con eso.

Hiciera lo que hiciera, nunca era con buena intención.

Por suerte o por desgracia, Félix no tenía tacto y no parecía saber que a ella no le gustaba mucho.

Antes de que ella se diera cuenta, estaban a mitad de camino en la sala de banquetes.

Al principio estaban pegados a la pared, pero ahora el balcón estaba justo al lado.

Ah, ahora que lo pienso, tenía que encontrarme con Lady Beolde en el balcón durante la segunda parte".

Estaba escuchando con un oído y filtrando por el otro mientras respondía a las palabras de Félix de forma poco sincera.

"Por cierto, dicen que Lady Beolde Mershain ha vuelto".

Félix fue el primero en hablar de un tema interesante.

Era una oportunidad para saber qué pensaba la familia Artus de Beolde.

Ella asintió, sus ojos brillaron con interés. Félix sonrió al pensar que la conversación iba bien. Era una sonrisa molesta.

Sonrió y preguntó en voz baja.