Capitulo 137

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Lewayne había vivido en la misma época una y otra vez. Cada vez veía innumerables grietas en el medio.

Recordaba las innumerables regresiones que había visto.

Gracias a esa terrible acumulación de tiempo, adquirió un sentido similar a la previsión.

Tal previsión aparecía a menudo cuando se perdía en sueños cansados.

En el momento en que Cedric transmitía su amor a Dalia, Lewayne saltó de la cama empapado en sudor.

La sustancia verde que fue absorbida por Cedric, y la habilidad de Dalia, Aceras, que cometió un pecado imperdonable.

Todo eso le mostraba una posibilidad de futuro.

Un final feliz para todos podría ser imposible. Sin embargo, él quería que fuera el mejor final del que nadie se arrepintiera.

Se levantó apresuradamente, se cambió de ropa y se puso el abrigo. Y se apresuró a montar a caballo, sacudiéndose al mayordomo que le disuadía.

Miró al mayordomo y le dijo.

"Iré a reunirme con la Señorita Dalia Pesteros".

Pateó al caballo en el estómago y comenzó a correr a través de la oscuridad.

* * *

Después de despedir a Cedric, Dalia se tumbó en la cama.

Pero, por supuesto, no pudo conciliar el sueño. Su corazón latía tan deprisa por culpa de Cedric que parecía que iba a morir.

Sin embargo, parece que no era la única que no podía dormir.

Una criada medio dormida abrió la puerta y entró. En cuanto vio a Dalia, que aún no dormía, se le iluminó la cara.

"Señorita, aún no ha dormido. Si se acuesta tarde, mañana estará cansada".

"Parece que te gusta demasiado para eso".

Dalia deliberadamente respondió juguetonamente.

"En realidad, un invitado para la señorita ha llegado en este momento. Dios mío, no tiene modales. Me encantaría patearle el trasero, pero es alguien a quien no puedo rechazar......."

"¿Quién es?"

"Su Excelencia el Duque Lewayne Blueport".

Dalia, asombrada, se puso un chal y un abrigo y bajó al salón.

Era realmente Lewayne.

Estaba empapado en un sudor impropio del frío que hacía.

Su cabello dorado, que siempre había estado pulcramente peinado, estaba despeinado sobre la frente. Le temblaban los hombros y la espalda, anchos como los de un soldado.

Presintiendo que la situación era grave, Dalia se quitó el anillo y le cogió la mano asustada.

Él había dicho antes que era inútil, pero ella seguía queriendo hacer esto por él.

Afortunadamente, parece que hubo un ligero efecto... Se calmó al cabo de un rato.

Miró a Dalia con el rostro pálido.

"Oh, Sr. Lewayne, ¿qué le pasa?"

"He tenido un sueño".

"¿Qué sueño?"

"Yo......"

Cerró los ojos un momento y volvió a abrirlos. Había cierta determinación en sus ojos.

Los Personajes Mas Fuertes Del Mundo Están Obsesionados Conmigo (NOVELA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora