Los Personajes Mas Fuertes Del Mundo Están Obsesionados Conmigo (NOVELA)

Capitulo 143

19. El final que se acerca (2)

"Menuda gilipollez".

Meldon, que estaba junto a ella, no pudo soportarlo y escupió palabrotas.

Dalia se apresuró a taparle la boca con un pañuelo, temiendo que alguien lo oyera.

Ella estaba igual de nerviosa. Todos los ojos estaban puestos en ella.

En esta situación, Aceras bajó un escalón cada vez y caminaba directamente hacia ella.

La gente, naturalmente, le despejó el camino.

Sencillamente, no había razón para rechazar esta situación.

Dalia miró a su alrededor.

Adrisha y Lewayne no aparecían por ninguna parte. Lewayne, en particular, había desaparecido por completo, diciendo que había cosas que preparar antes de las negociaciones.

Y también,......

Se dio cuenta de que inconscientemente estaba buscando a Cedric.

'No, tengo que hacerlo sola aquí'.

Había decidido salvar a Aceras.

Quería salvarlo si podía. Porque ese sería el final más feliz para todos.

Pero cuando vio a Aceras acercarse, su cabeza se mareó y su corazón latía con fuerza.

La persona que intentó descontrolar a la ex duquesa Mary Blueport.

El que lavó el cerebro a la Emperatriz, intentó secuestrar a Dalia dos veces y hundió la vida de sus subordinados en el abismo.

La única persona que todavía quiere quemar este Imperio y matar a todos.

Pero también el único que podría matar a Cedric si ella no lo perdonaba.

La mayor prueba de su vida. Un desafío que ella debe superar.

Al mismo tiempo, la única persona que no podía salvar en este mundo.

Llegó justo delante de Dalia.

Le tendió la mano, sonriendo inocentemente, como alguien que nunca hubiera cometido ningún crimen.

"Señorita Dalia, cuánto tiempo. ¿Quiere bailar conmigo?"

Mirándolo de cerca y con claridad, Aceras se había convertido en todo un adulto en comparación con cuando ella lo había visto en el baile hacía cinco años.

Estaba mirando a Dalia. Sus ojos verdes, que antes carecían de emoción y eran fríos, brillaban ahora con un inexplicable anhelo.

Dalia no podía adivinar la identidad del deseo, así que se limitó a mirarle fijamente.

Al notar su tez pálida, Meldon se paró frente a Dalia. Luego miró a Aceras con frialdad.

"Mi compañera no se encuentra bien en estos momentos. Le costará bailar".

"Yo le hice la pregunta a la Joven Dama Pesteros".

Aceras habló suave pero autoritariamente.

Las cejas de Meldon se crisparon.

Entonces alguien agarró a Dalia por la muñeca y tiró de ella hacia atrás. Era Hikan.

¿Cómo había llegado hasta aquí? ¿Había venido desde lejos en previsión de esta situación? Estaba claro que debería estar reorganizando a los Caballeros Imperiales para prepararse para el ataque del Sacro Imperio.

Estaba sin aliento y su pelo atado estaba revuelto, como si hubiera aparecido con prisa.

Sin embargo, habló con una pronunciación clara.