Historia Secundaria 16

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Pasaron unos días sin incidentes.

Increíblemente, aún no ha regresado a su tiempo original.

Pero nunca se le ocurrió que nunca sería capaz de volver. Sólo pensó vagamente que podría ser capaz de volver sólo después de pasar por todos los acontecimientos que lamentó en el pasado.

En cualquier caso, el tiempo ha pasado.

No rechazó a Dalia, que le cogió de la mano en el funeral.

Compró todo lo que era bueno para su salud y, aunque la niñera intentó disuadirle, le dio a Dalia sus postres dulces favoritos.

Ella le dijo que no pasaba nada, pero al ver cómo se le torcían las comisuras de los labios en cuanto comía, él no tardó en saber a qué se refería en realidad.

Dalia, de trece años, era pequeña y mona y necesitaba muchos cuidados.

A veces no podía resistirse a su mal comportamiento y le tocaba la carita, y cada vez, Dalia le miraba con ojos extraños.

Podía adivinar el motivo.

Dalia dijo una vez que había leído sobre este mundo en un libro de otro mundo. Parecía preguntarse por qué él se comportaba de forma diferente al futuro que ella había visto.

Por supuesto, él no podía explicarle las razones en detalle.

Si le decía que venía de un futuro lejano, incluso ella le trataría como si estuviera loco. Igual que pensaba que Lewayne estaba loco.

Y entonces, un día.

En un momento inesperado, volvió a enfrentarse a los errores de su pasado. Abrió la puerta del estudio y fue a ocuparse del trabajo que su padre había dejado atrás.

Se topó con Dalia, que acababa de caerse de la escalera del estudio.

El sonido de él abriendo la puerta pareció hacerla caer presa del pánico.

Ella, que estaba a punto de llorar, le miró con una pausa. Luego sonrió como si nada.

Él sabía por qué lo hacía. Porque ella nunca sabía cuándo él podría cambiar de actitud y empezar a odiarla de nuevo. Ella lo miro con calma, pero el pudo ver que todavia le dolia.

"Lo siento. Me colé aquí".

"......Te has hecho daño en la rodilla".

"Esto no es nada. Porque tengo un hermano".

La sonrisa en su cara lo hizo aún más insoportable.

No podía ni imaginarse cómo una niña tan pequeña aguantaba tanto tiempo sola.

La abrazó con rostro severo. Parecía que ella intentaba decir algo, pero él la ignoró.

Luego, tras calmarla, la sentó en el escritorio, sacó un botiquín y le aplicó desinfectante en las rodillas.

Ella le miró como si no supiera qué hacer.

"¿No te duele?"

"¡Estoy, estoy, estoy bien!".

Se hizo el silencio.

Le aplicó la medicina y le vendó cuidadosamente la rodillita.

Aunque objetivamente no era una gran herida, él seguía notándola. Sabía que era excesivo en comparación con la herida, pero sólo quería hacerlo.

¿Cómo podía haber visto esto y no haber pensado nada? No se lo podía creer.

Sentía una mirada que le observaba por encima de la mesa.

Los Personajes Mas Fuertes Del Mundo Están Obsesionados Conmigo (NOVELA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora