Leyend of Fuyao 2

92.

Meng Fuyao ya no sabía lo que quería, ni tenía idea de a dónde iba. Solo sentía que el aire a su alrededor era gélido, pero ella misma estaba llena de rabia e inquietud. El tormento dual del dolor emocional y el dolor físico evocado por la píldora hizo que toda su sangre se volviera loca, corriendo por todas partes para escapar. Ese chorro de sangre incontrolable y sin ataduras envolvió su conciencia como una serpiente, envolviéndola con fuerza, asfixiándola y causando que se desmayara.

¡Meng Fuyao quería escapar! ¡Escapar! ¡Escapar!

¡Ella cargó chillando!

A estas alturas, las más de 40 personas que saqueaban el patio delantero de la familia Li habían oído la conmoción.

Las ventanas y puertas de las cámaras de la familia principal de la familia Li se abrieron de golpe. Algunos se asomaron al exterior y luego volvieron a mirarse. "¿Que fue ese ruido? ¿Qué gritos espantosos están pasando?

Entonces todos vieron una figura negra fantasmal que salía al pasillo.

Sus miradas apenas se habían posado en esa figura negra antes de que una luz negra pasara girando. Entonces sintieron que algo frío les rozaba el cuello como a la velocidad de la luz.

El tiempo se detuvo en este mismo momento. La sangre de su cuello brotó hacia el cielo. Las cabezas decapitadas aterrizaron limpiamente fuera de la puerta. Cuatro cuerpos sin cabeza cayeron, para siempre congelados por la sorpresa y la curiosidad.

Meng Fuyao salió al pasillo y los atravesó con su espada.

¡Un solo movimiento!

¡Una espada, cuatro cabezas!

Meng Fuyao ni siquiera se molestó en mirar las cuatro cabezas. Entró en la habitación de al lado. Solo entonces las cabezas aterrizaron con un fuerte golpe.

Dentro de la habitación, había un hombre vestido de púrpura, mirando fijamente la llama dorada dentro de la lámpara. Al escuchar la conmoción, levantó la vista sorprendido. Antes de que pudiera preguntar algo, sintió que la luz se apagó momentáneamente. Cuando se recuperó, ya se había puesto rojo.

Esa era su propia sangre.

Miró hacia abajo lentamente y se dio cuenta de que de alguna manera había un gran agujero en su pecho. Una mano pastosa empapada en sangre estaba sacando una daga negra.

Inmediatamente después, vio la esquina de una túnica negra. El olor a sangre llenó su nariz, pero esa figura sombría ya había desaparecido.

Se derrumbó, siendo sus últimos pensamientos... esa no era una criatura humana.

En este momento, Meng Fuyao no quería ser humano de todos modos. Ya que ser una persona era demasiado difícil y cruel, ¡por qué no ser el diablo!

¡Erradicad esta humanidad desvergonzada, borrad los cielos ciegos!

Corrió por todo el patio de la familia Li, apuñalando a todos a la vista. Eventualmente, los Caballeros del Cabo Amethyst cooperaron todos juntos, apresurándose a atacarla. Entre ellos estaba un valiente joven guerrero que logró acercarse a ella. Meng Fuyao, con una sola daga, apuñaló la hoja de la daga a través del puente de su nariz y lo partió por la mitad.

La cuchilla estaba atascada en el puente de la nariz y no se pudo sacar a tiempo. ¡Mientras más personas atacaban por la espalda, Meng Fuyao levantó la daga con el cadáver y aplastó los ataques entrantes con ella!

Tal ferocidad mostrada petrificó a quienes la presenciaron. Y así, algunos se retiraron por cobardía, fallando la formación, acelerando su proceso de muerte.