Leyend of Fuyao 2

80.

Meng Fuyao subió al bote y sonrió a los sables brillantes.

"Buenas tardes, caballeros", saludó.

El líder era un hombre vestido con túnicas amarillas y parecía visiblemente enfadado mientras rugía: "¿Quién eres? ¡Cómo te atreves a interrumpir la ceremonia de nuestra pandilla!

"Qué anticuado, ¿qué edad ya tiene, todavía usando sacrificios humanos?" Meng Fuyao arqueó las cejas ante la persona inconsciente en los brazos de Tie Cheng. La persona tenía una cara tan pequeña como una palma, su cabello pegado a su rostro pálido, haciéndolo lucir aún más frágil. Estaba atado con fuerza por las cuerdas del líder, y Tie Cheng estaba ocupado tratando de desatarlo. Mirando la edad de la persona, claramente todavía era un niño.

"¡Ese es nuestro negocio!" El hombre de túnica amarilla gritó: "¿No tienes miedo de la muerte, un forastero metiendo la nariz en nuestro negocio?"

Los hombres en el bote blandían sus sables en el aire, gritando y cantando, esta era la señal secreta para atacar al enemigo. Meng Fuyao sonrió perezosamente y extendió una mano; de repente, la garganta del hombre de túnica amarilla estaba entre sus dedos.

Los gritos y golpes de sables se detuvieron abruptamente cuando los hombres miraron conmocionados y retrocedieron un poco. El hombre de túnica amarilla luchaba frenéticamente, su rostro se puso rojo pero no podía pronunciar una sola palabra.

Meng Fuyao continuó apretando la garganta del oponente sin prisas y cerró los ojos. "Me ha gustado este bote tuyo, así que definitivamente estoy usando este bote para ir a Lishui. A partir de ahora, los hombres de los tres barcos deben permanecer en este barco, las cinco habitaciones superiores son para nosotros. Aparte del remero y el chef, todos los demás deben permanecer bajo cubierta e informar de todo, desde ir al baño hasta comer. Todos los días, contaré el número de hombres, si falta uno, mataré a toda la tripulación", dijo casualmente.

Ligeramente, casi con delicadeza, alcanzó un ancla de hierro que pesaba casi cien kilogramos y la amasó en forma redonda como si fuera arcilla, luego la colgó en el cuello del hombre de túnica amarilla. Sonriendo levemente, dijo amistosamente: "¿Necesitas que mate a alguien ahora mismo para probarlo?"

Todos los hombres habían visto como ella amasaba el ancla de hierro como si fuera arcilla, luego miraban como la colgaba en la cabeza de su líder y como inmediatamente este caía al suelo cuando ella lo soltaba, sin poder levantarse. Incluso si no muriera, tarde o temprano tendría algo así colgado en su cuello durante toda su vida. Meng Fuyao juntó las manos, luego tomó otra ancla y la arrojó hacia el tercer bote que estaba esperando para escapar.

El ancla voló por el aire con un silbido y aterrizó pesadamente en el barco, rompiendo el casco cuando el agua comenzó a filtrarse.

Meng Fuyao se sentó con arrogancia y saludó a los hombres en el bote. "Ven, tengamos una reunión", gritó.

Los hombres no tuvieron más remedio que abordar su bote, y el bote ahora estaba lleno de gente. Meng Fuyao dejó que Tie Cheng les ordenara subir a la cubierta inferior, cada cabina llena con cinco o seis hombres. Meng Fuyao asomó la cabeza y echó un vistazo al diseño de la cabina. Cada habitación estaba sellada con solo una puerta. Ella sonrió y dijo: "Abriré una ventana para ustedes". Alcanzando una lanza, se paró en la primera habitación y la lanzó a la pared de la cabina.

La lanza atravesó la pared de madera con un ruido atronador e instantáneamente, se plantó un nuevo agujero en la pared de cada cabaña. Todos podían ver a través del agujero y ver los movimientos de todos en las habitaciones de la cabina.

"Ya dije, si uno de ustedes intenta escapar, mataré a toda la tripulación". Meng Fuyao sonrió con frialdad y señaló el agujero. "Eres bienvenido a reportar a cualquier infractor".