Leyend of Fuyao 2

136.

Feng Jingfan continuó arrastrándose, sus acciones se volvieron cada vez más lentas hasta que finalmente ya no pudo moverse mientras colgaba en el aire.

No había podido tener una muerte cómoda y eterna acostada: demasiados cuchillos estaban clavados en ella, apoyando su cuerpo 30 grados en una postura agotadora.

Su mano continuó levantada, siempre extendiéndose.

La falsa santa del loto que había pasado toda su vida aprendiendo a ser elegante y justa había muerto de la manera más fea posible.

Todo el piso del palacio estaba lleno de sangre, rezumando de las innumerables heridas de cuchillo, fluyendo y formando un dibujo ilegible.

Feng Xuan yacía acurrucado en la cama, tosiendo sin cesar. Su vida ya se había secado desde el principio, después de haber estado con la Emperatriz, Epsilon y Feng Jingfan durante tanto tiempo además de ocuparse de los asuntos de la corte. Ya casi era hora de que exhalara su último aliento, y se había estado aferrando obstinadamente. El golpe de Feng Jingfan anterior lo había hecho sentir como si todo su cuerpo se derrumbara.

Se quedó allí tosiendo, pero un indicio de alegría era evidente en su rostro. ¿Y qué si estaba a punto de morir? Al final, él seguía siendo el vencedor. Había elegido al gobernante más despiadado, después de ver las acciones despiadadas de Fuyao sin dudarlo; viendo a Fuyao detener a Jingfan con su dedo, sucinto y directo. Si ella no hubiera actuado como lo había hecho, él podría haber vacilado: ¡Xuanji no necesitaba a una persona débil, indecisa y buena para el Emperador!

Hace 30 años, cuando su propio padre accedió al trono, él también estaba cubierto de sangre, la sangre de sus hermanos.

Su padre le había dicho entonces: no importaba tener más hijos, ya que entonces habría más opciones. La primera generación de Xuanji tuvo dificultades para elegir un buen líder porque tenía niños muy pequeños y, al final, el hijo había causado la caída de Xuanji durante varias décadas. Si no fuera por la próxima generación capaz, la nación tal vez habría terminado hace cien años.

Su padre también le había dicho: "No ames demasiado. Si amas demasiado, será difícil para ti separarte en el futuro".

Por lo tanto, nunca había amado de verdad, todas esas emociones cálidas y cariñosas eran, pero necesidades, como la Emperatriz; todo el Continente de las Cinco Regiones sabía que él, Feng Xuan, era un cornudo que había recibido a un tigre en su casa y se había convertido en el hazmerreír. Sin embargo, tuvo que amar a la Emperatriz para ser un cornudo; él nunca había amado a esa perra falsa, entonces, ¿cómo podía ser un cornudo?

El que era un cornudo probablemente era el hombre que era tan poderoso como una deidad.

Una vez pensó que había una manera de resolverlo: Ze Ning era joven y Epsilon estaba en su mejor momento; cuando un hombre y una mujer pasaban mucho tiempo juntos, era inevitable que saltaran chispas. Mientras cometieran adulterio, la técnica de Epsilon se rompería y su orgullo caería. Para entonces, ¿dónde encontrarían la capacidad para hacer alarde de su poder?

Como tal, ya había tomado medidas durante muchos años con Epsilon, esas píldoras que dañan el corazón, agregando poco a poco en su comida, en el baño, incluso en las personas cercanas a él, solo para hacerlo perder el control, para hacerlo él se lanza sobre su esposa. Sin embargo, lo que nunca había imaginado era cuán respetuosamente se había comportado esa perra, recordando su estatus real y no dejando que Epsilon se acercara a tres metros de ella. Por lo tanto, Epsilon se había mantenido tan poderoso como siempre, todos esos años de planificación habían sido completamente suprimidos por el poder de su habilidad marcial.