La convivencia con Ela se vuelve cada vez más difícil, porque cada que estamos sólos intento decirle cuanto lo siento pero ella me sale con otra cosa. Presiento que me está evitando. Quiero creer que no estaba hablando en serio cuando me dijo que íbamos a vivir juntos solo por Catherine, y que lo que hiciéramos con nuestras vidas seria nuestra responsabilidad.
Han sido semanas difíciles, no hemos dormido bien estos días por Cath, normalmente soy yo quien la calma en las madrugadas, a veces me quedo dormido con ella en el sillón, y milagrosamente me levanto en la misma posición la cuál adopté cuando me senté. Durante el día yo trabajo y Ela se encarga de cuidarla. Le hemos dado el primer baño el segundo día de convivencia y le tomamos fotos. Las caritas que hacía al sentir el agua por todo su cuerpo me ha causado gracia, era como si desconocía totalmente lo que le estábamos haciendo, y era que se trataba de su primer baño desde que nació.
Como padres la llevamos bastante bien, Catherine es una niña hermosa. Durante estas semanas vinieron muchas personas a conocerla, Dean y Sarah incluidos. Con O'gorman no nos hablábamos debido a lo que había ocurrido, pero últimamente parece tener compasión de mí que ha vuelto hablarme.
Ahora estoy volviendo a casa, trabajo todo el día hasta la tarde, todo para tener un poco de tiempo con la pequeña; últimamente me he vuelto un zombie debido a que me quedo despierto en la madrugada y voy directo a trabajar, pero lo compensa con ver a Cath que me reconoce al instante y me sonríe tan linda.
En verdad, estar con ella es lo que más me gusta de todos los días, me divierto siendo padre, me emociono cada instante que transcurre.
Estaciono el vehículo frente a la casa, apago todo y miro hacía la ventana, veo a Ela que sostiene a la pequeña entre sus brazos. Ha pasado un mes y medio y ella ya está grande, es toda una Turner. En ocasiones, cuando está seria tiene mi mirada, Ela se fastidia por eso, dice que me va a recordar por el resto de la vida debido a Cath y a la intimidante mirada.
No puedo evitar sonreír ante la imagen de madre e hija, Ela no deja de deslumbrar ese aire materno que le sienta tan bien, decido salir y aseguro el vehículo. Ingreso con buen humor, Ela me mira y abraza a la pequeña, comienza acercarse.
—Cath, ha llegado tu padre. —dice con una sonrisa.
Lo ideal en esta parte de la historia seria darle un beso, como muestra de cariño y de que la he extrañado durante todo el día, pero eso no lo permite debido a nuestro acuerdo. Y yo no soy una persona maleducada, bueno, puede que en el pasado he cometido algunas cosas descabelladas pero ahora soy un hombre mayor y debo asumir responsabilidades.
—Hola, pequeña —digo en tono suave, Ela me pasa a Cath y la sostengo en el aire, ella mueve sus piecitos y me mira con una sonrisa. Me contagia y le doy un beso en la mejilla, luego la apoyo contra mi hombro derecho y Ela decide marcharse a la cocina.
Me siento en el sofá con ella entre mis brazos, le hago jugar un momento y me olvido de todo el jodido estrés que me provocan los alumnos del penúltimo año con sus reuniones del centro y demás fechorias, que en cierto punto tienen que ver, porque es de tema educacional, pero me desvían de los temas que debo darles para aprobar la materia.
—Cath ha estado balbuceando, aunque es muy pequeña todavía para hablar. —habla Ela desde la cocina.
— ¿Ah, sí? —digo interesado, miro la cocina unos momentos y la encuentro con que tiene el delantal puesto y comienza a cortar alguna verdura que no llego a ver. Dirijo los ojos hacía mi hija. — ¿Ya quieres hablar? ¿Tan pronto? ¿Quieres contar historias como tu padre?
—Aidan, ya va a tener dos meses, no creo que entienda alguna palabra de lo que dices. —Me desanima totalmente, pero Cath balbucea incoherencias mientras me observa con sus ojitos claros.
— ¿Ya ves? Ella me habla de todas formas. —digo y le doy otro besito en la mejilla.
Soy muy cursi en este sentido, es que el sentimiento de ser padre es realmente único. En verdad, los hombres que disfrutan como yo al estar con sus hijos debemos ser los más cursis del mundo, y los que no, es una pena, porque se están perdiendo de una etapa que no se va a volver a repetir; y hablo de ser padre primerizo.
Me levanto y voy a la cocina para hacer algo de compañía a Ela, me siento en una de las sillas y muevo a Cath para que no se sienta incómoda.
—Sabes, he estado pensando en una cosa el día de hoy. —me dice algo dudosa, levanto la mirada y me concentro en su espalda, lleva el cabello recogido a medias, sus rizos están algo alborotados. Porta una remera ancha lisa blanca y unos jeans que le ajustan un poco.
— ¿En qué? —Frunzo el entrecejo, ella se gira sosteniendo la cuchara de palo en una mano, no se la ve con esa sonrisa de siempre, se muestra algo apenada.
—Bueno, Cath ha estado durmiendo conmigo en la tarde en la cama, y creo que hace falta alguien más para que se sienta segura. —enarco una ceja y evito una sonrisa. —Quiero decir, si dormimos juntos, tal vez no se despierte más de dos veces por noche.
Hago un leve movimiento con mis labios y creo que se nota mi sonrisa, ella suspira y también lo hace, logra un amague con volver a lo suyo y luego termina continuando con la cena. Yo bajo lentamente la mirada hacía Cath y ella pasa su mirada hacía su madre, tal vez está de acuerdo con lo que Ela acaba de decir.
No sé si saltar de una pata o guardarme todo esto para un mejor momento, pero siento que ella está cediendo de a poco, y eso me alegra un montón, porque sé que la estoy recuperando.
Después de la cena, y de hablar sobre que mis padres nos han invitado a su departamento en el centro de la ciudad, decidimos prepararnos para dormir. Cambio a Cath de pañales y le coloco su pijama, Ela sale de darse una ducha y se coloca su pijama también; dejo a la pequeña en el medio de la cama y voy a asearme.
Minutos después, me acuesto del lado derecho de la cama, Cath está en el medio de los dos. La cubrimos y Ela la hace dormir, yo mientras miro la agenda para el día de mañana, no tengo clases porque los alumnos han decidido hacer una marcha en apoyo a un colegio vecino por una tragedia que ha sucedido en el mismo; podría acompañarlos, en verdad me encantaría pero hemos quedado con Ela de ir a la ciudad a visitar a los abuelos de Catherine.
A las diez y media, la pequeña duerme plácidamente. Tiene un puño arriba y el otro sobre su pecho, los dos nos quedamos mirando como concilia el sueño y no puedo estar más satisfecho por verla dormir.
—Es muy linda. —digo en un susurro, Ela la cubre un poco para que no sienta frío.
—Hemos conseguido que duerma temprano, siempre se duerme a medianoche. —Deslizo mis ojos a su mirada y ella hace lo mismo, estamos de costado los dos, yo uso un brazo como apoyo para mi cabeza, ella usa sus dos manos en los cuales tiene apoyado su mejilla.
Sus ojos brillan, no puedo contemplarla como quiero debido a que tenemos las luces apagadas, pero la luz que viene de la ventana le da contra la espalda y eso le hace resaltar la silueta. Siento que su cuerpo sube, y luego baja, ha soltado un suspiro. Yo trago saliva, no estoy tan seguro de lo que puede suceder ahora, pero tengo en claro de que ella está pensando en lo mismo que yo, y esos son los recuerdos.
Aprieto mis labios lentamente, no quiero arruinar el momento siendo impulsado por mi estupidez, necesito decir o hacer algo para que ella no se arrepienta luego.
—Al final, tenías razón. —hablo por fin y siento un alivio. —Cath se ha dormido y espero que sea así durante toda la noche.
—Podría quedarme despierta toda la noche para comprobarlo. —me dice en un susurro y no deja de mirarme, siento esas ganas inmensas de besarla, ¡Pero tengo que controlarlo!
—También me quedaría así toda la noche, —respondo en el mismo tono que ella. —y verificar que no se despierte.
Por la poca luz que tengo puedo notar que esboza una tierna sonrisa debido a que esa fue una indirecta. Lo ha captado y eso me hace sonreír. Vuelve a suspirar y nos quedamos en silencio mientras nos admiramos detenidamente, no hay prisa esta noche, no cuando tienes a las personas que más amas a tu lado.
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Oportunidad [Aidan Turner]
FanfictionHe cometido tantos errores en mi vida, y la mayoría de ellos no los lamento. Sin embargo, esta vez quiero volver el tiempo atrás para advertirme de los acontecimientos futuros. Yo no creo que ella me perdone tan fácil, pero creo tener oportunidad pa...