9: Decisión.

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Lo habitual hubiera sido encontrarla en ese lugar, hablando con alguna chica, ella es de hacerse amigas con facilidad. Lo habitual hubiera sido que estuviera firmando ese papel para retirar esa condenada correspondencia. Sí, eso hubiera sido lo habitual.

Pero no, aquel tipo le había besado y ella no se ha resistido a tal contacto. Habíamos ido a ese lugar con Cath para darle una sorpresa y almorzar juntos, pero veo que es en vano. ¿Cómo es que puedo casarme si las cosas no quedan en claro?

Soy maduro, ya no voy salir a grandes zancadas a repartir golpes, eso no es digno de un padre, no es un buen ejemplo para Catherine. En lugar de eso, decido marcharme, a la mierda el plan del almuerzo sorpresa, al demonio todo.

Camino con cuidado, Cath es capaz de percibir que algo anda mal y puede llorar, no quiero que lo haga, eso me hará vulnerable y los dos estaremos llorando como los bebés que somos. Le aseguro bien en la parte trasera del vehículo, me ubico después al volante y decido ir a casa de mis padres.

Ellos me reciben sorprendidos, rápidamente me quitan a la pequeña de mis brazos y yo les digo que necesito hacer unas cosas, aunque en realidad quiero irme lejos por un instante; son estos los momentos en los que desearía tener mi motocicleta para desaparecer del mundo.

Me dicen que no me preocupe, que ellos la cuidarán el tiempo necesario, tomo las llaves y saludo a la pequeña antes de salir por la puerta.

Cuando me encuentro de nuevo en mi vehículo, la imagen de ella siendo besada por ese imbécil me viene a la mente; ella no reacciona, no sé si está sorprendida o lo acepta con gusto. La verdad es que me lo estoy tomando con demasiada calma, y es aquí cuando Dean tiene que aparecer y decirme "Vaya, Aidan, ahora puedo aplaudirte, ya eres un hombre maduro".

¿En qué momento he descuidado la relación? ¿Cuándo fue la última vez que estuvimos solos en la cama? Desde la llegada de Cath, Ela ha cambiado un poco, son pocas las veces que disfruta de mi contacto, cuando tengo días libres ella sale, y siempre dice que va a visitar a sus amigas del Call Center. Ahora que me doy cuenta, nunca podemos tener un momento de completa intimidad, no es que culpe a Cath, jamás le echaría la culpa, tan solo que Ela no es la de siempre.

Y verla con ese idiota, me hace dar una hipótesis de que no es solo por Cath que ha cambiado, tal vez con él se ha de enviar mensajes o hablan por teléfono. No he escuchado toda la historia, pero Dean me ha comentado en el pasado que ha tenido un novio, y que ha sido una relación bastante seria, pero no seria en el sentido de estable, seria en su término. Nada de cursilerías a comparación de nuestra relación, yo esforzándome por amarla, y aquel estúpido no le daba nada de eso y la tenía a sus pies.

Pensando en esto, no puedo casarme, no ha sido sincera conmigo, hasta pensaba en decirle en el almuerzo el reencuentro con Mia, pero dadas las circunstancias es en vano que lo haga.

No puedo describir el dolor, ese que sientes cuando ves a la persona que amas en brazos de otro; bueno, seguramente me deben tratar de estúpido ahora por no ir y molerlo a golpes, pero tengo una hija, no puedo darle ese ejemplo. Creo que he madurado mucho en este tiempo, y todo porque tengo a la pequeña.

Freno de inmediato, golpeo el volante repetidas veces, tratando de descargarme. Llevo ambas manos al rostro y refriego los mismos sobre mis ojos. Los hombres lloran, eso es normal, así que está bien que lo haga. Lo hago en silencio, nada de exageraciones, apoyo la cabeza contra el volante, es la jodida impotencia la que actúa. Es lo peor que puede suceder antes de casarme, ¿Realmente quiero hacerlo ahora?

No estoy tan seguro, lo mejor sería dejar todo como está, ambos criando a nuestra hija. Dándole amor y afecto, enseñándole esos valores familiares, pero entre ella y yo ¿Puede haber confianza? No lo sé, yo por ella he cambiado, me he obligado a hacerlo, ahora soy un hombre distinto y todo por ella, ¿Y qué tengo a cambio? Sé que he cometido ese error, está bien, es el karma y lo estoy pagando.

Pero hubiera querido que eso sucediera antes de pedirle matrimonio, ¿Por qué la vida es tan injusta conmigo? ¿No crees que ya he pagado lo suficiente no viendo la evolución de su embarazo y la separación?

Siento un mar de recuerdos, la culpa y la impotencia quieren ganar lugar, mis lágrimas se deslizan por las mejillas, las seco porque me molesta. Ela debe estar confundida, o peor, se debe haber enamorado de ese tipo, y es por eso que ha establecido aquel acuerdo conmigo de criar a Cath juntos.

Siento unos golpecitos por la ventanilla, me giro y no puedo creerlo. Bajo la misma y ella se inclina.

— ¿Qué haces aquí? —su pregunta me lastima, su voz tiembla, se la nota nerviosa, anonadada. — ¿Estás llorando? ¿Qué ha pasado?

Mira el interior del vehículo, yo la sigo con la mirada, ¿Cómo puede actuar de forma normal luego de haber cometido ese pecado? Mis ojos se postran en el pavimento, no puedo continuar así, debo decirle, tengo que saber qué es lo que está pasando.

— ¿Dónde está Cath? ¿Qué ha pasado con ella? — se muestra alterada, yo mojo los labios.

— Está en casa de mis padres, hemos ido a buscarte al correo... — soy tan descarado que le miro a los ojos, los de ella están abiertos de par en par, en sus manos tiene la caja. — Sube, vamos a recoger a Cath.

Deja la caja en los asientos de atrás y se siente a mi lado, cierra la puerta y larga un suspiro, percibo la loción de alguien, además del suyo. Otra prueba más de la traición.

Manejo en dirección a la casa de mis padres, tengo que decirlo antes de que lleguemos.

— ¿Cómo ha ido? — le pregunto, intento ser calmo pero no puedo cerrar mi boca, entonces acompañado de eso, va lo siguiente: — ¿Qué ha pasado luego de ese beso?

Detengo el auto en el semáforo, la miro de reojo y se encuentra pálida, sus ojos están fuera de órbita, sabe que he tocado un tema bastante turbio, así que depende de lo que diga para desatar la calamidad.

—Aidan... No es lo que piensas, puedo explicarlo.

—Queríamos darte una sorpresa con Cath, pero el sorprendido terminó siendo otro. — digo apretando mis manos contra el volante. — Ela, no te estaba presionando a que te casaras conmigo, te lo pedí porque realmente lo siento así, sabes que estoy perdidamente enamorado de ti y con la llegada de Cath ese amor ha sido reforzado. No tengo ojos para nadie más, he cambiado por ti, he dejado todo por ti y por nuestra hija; no sé que más esperas de mí.

—Él me besó, yo no... Yo no quería —dice en un susurro. —Lo aparté, lo juro.

—No sé que quieres ahora, ¿En verdad quieres casarte conmigo? — el semáforo cambia, sigo el rumbo hacia la casa de mis padres. — ¿En verdad quieres ser mi esposa?

— ¡Sí, quiero ser tu esposa Aidan! ¡Quiero casarme contigo! — dice alterada, el llanto aparece y yo tomo la seriedad, las lágrimas ya han sido derramadas, ahora soy yo quien debe ser fuerte. —Pero no es como piensas, él se me ha abalanzado, luego le dejé en claro que te amo, y que voy a casarme contigo, además tenemos una hija, ¿Por qué piensas eso?

— Ya no sé si quiero casarme contigo. — le digo decidido. — No puedo casarme con alguien que no me dice quién es ese tipo en realidad, ni por qué te ha besado. No tienes que ocultarme las cosas, porque yo no lo hago. Es más, te iba a decir que Mia ha regresado pero la rechacé de inmediato porque tengo... Tenía ojos para ti.

Ese último comentario hace que sea una estaca, tanto para mí como para ella, escucho su llanto y yo percibo ese nudo nuevamente.

Acabo de decirle con eso que no voy a casarme con ella.

Entonces volvemos al principio, volvemos al acuerdo, el estar juntos solo por Cath, nuestra hija.

Oportunidad [Aidan Turner]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora