Secret Love | TojiIta

15. Aquella sonrisa que tanto amaba

En la mañana, Yuuji se despertó sintiendo una punzada en el trasero.

Hizo un puchero y se levantó de la cama, observando a su amante que yacía, totalmente dormido.

Una gran sonrisa se dibujó en su rostro, mientras acariciaba con suavidad la mejilla del hombre. Depósito un pequeño beso en su frente y se dirigió al baño para hacer sus necesidades.

Después de asearse y lavar sus dientes, salió del baño, para dirigirse a la cocina. Su estómago rugía, pidiendo comida.

Visualizó a Megumi, quién se encontraba en pijama, bebiendo un vaso de agua.

— ¡Buenos días!, — Anunció alegremente, sorprendiendo a su amigo.

— ¿Tienes qué ser tan ruidoso?, cómo sea, buenos días, — Frunció las cejas, al ver al pelirosa, vestido con una de las camisetas de Toji.

—¿Quieres desayunar?, — Hizo un puchero, ignorando las quejas del gruñón de su amigo.

Megumi asintió, apoyándose en la isla de la cocina.

Yuuji tarareo, agarrando los ingredientes necesarios, para preparar pancakes. Rápidamente hizó la mezcla y prendió la encimera, depositando una sartén que tomó del interior de un mueble.

El pelinegro, sólo podía observar divertido a su amigo, preparar el desayuno mientras tarareaba y se balanceaba al ritmo de la melodía.

— Oye, ¿no deberías ir a clases?, es jueves, — Mencionó aburrido, apoyando su mejilla, en su mano izquierda.

— Eh, ¿sí?, — Yuuji mencionó, mientras una risa nerviosa salía de su boca.

— Tonto, mí padre te mima demasiado, — Se levantó, para otorgarle un golpe en el brazo.

— No lo hace, además soy feliz, — Sonrió, sus mejillas se sonrojaron sutilmente.

— O lo golpearé de nuevo, te ayudaré con el desayuno.

Megumi, preparó café para su padre y él, además de un jugo, para Yuuji, puesto que sabía que al chico le gustaba beber algo dulce en su desayuno. Tomó el jarabe para los pancakes, colocando todo en la mesa.

El pelirosa, volteó el último pancake en un plato, cuando sintió unos fuertes brazos rodear su cintura, un aliento mentolado en su cuello.

— Buenos días, cariño, — Toji mencionó, agarrando de la barbilla al menor, volteándolo para depositar un casto beso en sus labios.

— Genial, justo en mí desayuno, — Mencionó Megumi, colocando los ojos en blanco, mientras se llevaba un pancake a la boca.

— Acostumbrate mocoso, — El hombre mencionó con burla.

Yuuji se sonrojo, escapando de los brazos de Toji, para tomar el plato y dirigirse a la mesa, sentándose al lado de su amigo. Colocó algunos pancakes en el plato vacío qué Megumi había puesto para él y les añadió jarabe.

Se sentía nervioso, necesitaba pedirle algo al Fushiguro mayor.

Toji se sentó, quedando al frente de su hijo y de Yuuji. Tomó su taza para beber un sorbo de café.

Megumi, quién había notado el nerviosismo de Yuuji y como este jugaba con su desayuno, decidió hablar por él.

— Oye viejo, Yuuji en una semana tiene un partido de voley en su universidad y quiere que vayamos a verlo.

Yuuji se sonrojo, ahogándose con el trozo de pancake que masticaba.

— Ahí estaremos, es una promesa Yuu,  —Toji le facilitó el vaso de jugo al pelirosa, guiñandole un ojo.