Secret Love | TojiIta

23. Todo es por tí, cariño

Noviembre....

En un parpadear los días se esfumaron.

Toji estaba recuperándose tanto físicamente como emocionalmente, por lo qué ya podía conducir y hacer las cosas por sí solo.

Incluso había vuelto a su trabajo. Por supuesto qué aún se tomaba las cosas con calma.

Se sentía emocionado y feliz al ser testigo de todo lo que Toji había avanzado en tan solo unos meses.

Aún recuerda la mañana en la que despertó al escuchar ruidos en la cocina, y sintiéndose somnoliento, bajo a pasos lentos, para encontrarse con la imágen del hombre, vestido con su ropa de trabajo, preparando café.

Sonrió rodeando la cintura de Toji, apoyando su rostro en su ancha espalda.
Una calidez se formó en su corazón al sentir cómo una de sus manos, eran tomada por el mayor, acariciando su piel con el pulgar.

Y su exquista voz ronca.

—Buenos días cariño, — Toji menciono, sonriendo.

—Buenos días mi vida, — Susurro, abrazándolo con fuerza, cerrando los ojos para disfrutar de la calidez de su cuerpo y disfrutar del aroma a café que se sentía en la cocina.

Tampoco podía dejar de lado, el tema de los apodos.

En los últimos meses, los apodos cariñosos eran algo que estába muy presente en su relación, Toji era meloso.

Y su mano inquieta, sin dejar de acariciar su cuerpo o su trasero.

Megumi se burlaba insistiendo en que su padre, era un perro viejo, necesitado de cariño.

La última conversación que tuvo con el Fushiguro menor, aún estaba en su mente.

"No lo malcriees Yuuji, o jamás se alejará de ti"

Había mencionado Megumi, poniendo los
ojos en blanco, haciendo una mueca, causando que Toji dejará salir un gruñido molesto y se aferrara a Yuuji, quién se encontraba en el sofá a su lado, sosteniendo la laptop, para ver a su amigo.

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Pero los días en compañia del hombre, eran tan agradables y cálidos.

Un calorcito que se instaló en su corazón, haciéndolo palpitar velozmente y un amor que sabía que no podría dejar de sentir.

Por insistencia del hombre, había terminado por mudarse a su enorme casa, mencionando constantemente que no quería estar sin su agradable compañia.

"Te quiero aquí conmigo, bebé".

Cómo no acceder a la petición, sí el hombre lo pedía, susurrandole aquellas palabras en su oído y recorriendo su cuello, con sus labios. Depositando castos besos, tan sólo un roce de su boca en su febril piel.

En cuanto a temas académicos, la Universidad marchaba bien.

Sus trabajos habían obtenido excelentes calificaciones y reconocimiento por parte de sus docentes. 

Sus prácticas de voley eran cada vez más emocionantes y Megumi le había regalado unas entradas para el partido de Japón vs Brazil.

Porque ver a Hinata Shoyo rematar un balón con tanta Pasión y fuerza, había sido muy emocionante.

No pudiendo evitar gritar por cada punto, que el Ninja Shoyo lograba para su equipo. Y la guinda de la torta, consiguió una foto con el bonito chico, que brillaba cómo un sol cuando sonreía.

En el último partido que tuvo de manera oficial en la Universidad, se había esforzado el doble.

Toji había estado presente aquella tarde, por lo que pudo presentarlo con sus amigos y todo había salido bien.