Elvira regresó a casa, limpiandose la lágrimas y con una ligera sonrisa al saber que sus amigas la apoyaban.
Bruno estaba en la mesa, recogiendo las tazas que habían dejado todos cuando vio a Elvira acercarse con los ojos llorosos.
Rápidamente se acercó a ella preocupado mientras la miraba.
—Mercedes... Ella nos vio cuando estábamos besándonos.
Bruno sintió como se le fue el aire de pronto y se sentó en una silla.
—¿Qué? —Preguntó angustiado.
—Tranquilo —Elvira tocó su hombro— , guardaran el secreto.
Bruno la miró sorprendido.
—¿Eh?
—Ella hablaron conmigo sobre lo que sucedió y me dijeron que me entendían y apoyaban y que no dirán nada —Sonrió.
Bruno se levantó mientras Elvira lo abrazaba. El canoso se aferró fuerte a su amada mientras esta le acariciaba la espalda despacio para tranquilizarlo.
Después de un rato, ambos se fueron a cambiar de ropa, pues aún seguían mojados por la lluvia. Bruno le pidió a Elvira que durmieran juntos.
Ambos estaban acostados en la cama, tapados con una ligera sábana pues el clima estaba algo fresco debido a la lluvia.
—Elvira... —Bruno rompió el silencio y esta, quien estaba acostada en su pecho, lo miró— Quiero pedirte perdón por ser un idiota indeciso —La miró también.
Esta no dijo nada, solo lo escuchó esperando a que siguiera.
—Eres realmente lo más maravilloso que tengo en la vida, adoro estar contigo y te adoro a ti —Le acarició el rostro, esta cerró sus ojos dejándose hacer aquel cariño—. Elvira, voy a dejar el sacerdocio, odio ser sacerdote y odio que esto me impida estar contigo, así que voy a dejarlo, por nosotros.
Elvira lo miró con total asombro, con la boca un poquito abierta.
—¿Estás seguro? —Se acercó más a él mirandolo a los ojos.
—Sí —Este sonrió al ver la carita de sorpresa y emoción de Elvira— Sí tengo que dejar todo para estar contigo, pues lo dejo. Solo me importa estar junto a ti.
Bruno vio como un puchero se fue poniendo en el rostro de Elvira mientras esta lo abrazaba fuerte. Se escuchó que sollozaba un poco, este también la abrazó.
—Sólo dame tiempo, la boda de mi sobrina es en unas semanas y pues ella tiene la ilusión de que yo la case.
—Sí, sí —La morena lo miró sonriendo para darle un besito.
La pareja después de muchos besos, se quedó dormida.
Elvira se despertó después de unas horas, mientras Bruno la movía despacio.
Elvira despertó viendo que era muy temprano, tal vez las siete de la mañana.
—Cariño, olvidé que hoy debo dar misa, es domingo —Bruno habló.
La morena se levantó de pronto al escuchar eso, no habían arreglado nada para la misa y ya era tarde.
Como pudo se levantó y se arregló, para luego ir a la iglesia y limpiarla un poco.
Después de un rato, Elvira comenzó a recibir al pueblo que iba llegando a la iglesia a recibir la misa. Como cada semana, la iglesia se llenaba a tope de la mayoría de la gente del pueblo.
La morena saludó a sus dos amigas, quienes iban entrando.
—¿Qué? ¿Ya intentaron lo de las bancas? —Mercedes dijo bromeando.
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Perdóneme, porque he pecado
FanfictionBruno Madrigal es un sacerdote correcto y entregado a Dios. Elvira es una mujer honesta y trabajadora. La vida de ambos cambia cuando Bruno le da refugio a Elvira y ambos empiezan a caer en los encantos del contrario, orillados a pecar. El que esté...