Capítulo 23: Tu secreto

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Roseline
Había una parte impulsiva de mi que necesitaba hacer las cosas bien con Lucas y no me sentía culpable por alguna extraña razón. Él quería hablar conmigo y yo quería pasar tiempo a solas con él y volver a repetir nuestra última noche antes de que nos separáramos aquella vez. Oriana tenía una casa preciosa en la playa que accedió a prestarme para pasar esta noche de sábado allá, y Lucas pasaría por mí, no súper cómo decirle que llevará algo de ropa pero estoy segura que eso no es problema para él.

"Hola pequeña, estoy abajo" me escribió Lucas. Baje y me subí a su auto, se veía tan bien con gafas de aviador y un polo blanco.

- Hola - me dice sacándose sus gafas oscuras para mostrarme sus bellos ojos y se acerca a besarme los labios. Me hacía temblar con cada gesto romántico que tenía. 

- Hola - me límite a decir, su cercanía y seguridad a veces me hacían quedar sin palabras. 

- Bien ¿A dónde iremos?- 

- Es una sorpresa ¿Te importaría si conduzco yo?- le pregunté. 

- No - dice y se baja del auto para cambiar de lugar.

- Te va a encantar- le dije. 

- ¿Sabes que más me encanta?- me dice juguetón, yo solo le di una mirada y espere a que me respondiera - Mirarte. 

- Mejor pon las canciones- dije arrancando el auto. 

El viaje de dos horas no sé sintió tan largo, conversamos de todo aunque evitamos el tema de lo que ocurrió está mañana, bromeamos y cantamos canciones que nos gustaban. 

- ¿Por qué siempre insistes en usar estos vestidos que me vuelven loco? - dice pasando su mano por mi muslo. Lucas nunca fue celoso ni me dijo nada por mi forma de vestir, al contrario, siempre le gustó que usará vestidos cortos y pegados, le encantaban y por lo visto le siguen encantando. 

- Por que a mí me gustan - le respondí. 

- Saben cómo me provocan - dice subiendo su mano un poco más. 

- No, no lo se - si que lo sabía. 

- ¿Cuánto falta para llegar? - me pregunta y como si nada mete sus dedos dentro de mi ropa interior lo que me hace gemir. 

- Creo que unos 20 minutos - le dije jadeando - Lucas, por favor, para, no quiero causar un accidente. 

- Tu solo mantén los ojos en el camino - dice sacando su mano de mi intimidad y desabrocha su cinturón para acercarse a besar mi cuello. 

- Así no puedo- 

- Ya no aguanto cachorra, llevas dos horas provocándome con esas lindas piernas que me encantan - dice casi en desespero. 

- Ya vamos a llegar- 

- Está bien - dice tratando de calmarse en su asiento. 

Conduje unos 10 minutos más hasta la casa de Oriana, Lucas estaba tan desesperado por tener sexo que ni siquiera había notado que habíamos llegado a la playa. Estacione el auto en el garaje y subimos unas escaleras que nos llevaban a la entrada principal de la casa que estaba construida en una gran roca por lo que daba una vista increíble de la playa. 

- Linda casa - dice Lucas, esperando impaciente a qué abriera. Entramos, cerré con seguro y Lucas me tomo con todas sus fuerzas y me pegó a la puerta dándome un beso salvaje.
Camino hasta el sofá dónde lo empujó y se sentó. Yo quedé de pie frente a él mientras me miraba, tomo mis caderas y besaba la piel de mis muslos que estaban a su altura mientas me quitaba el vestido. 

- No sabes cuánto me fascinas -
Me senté sobre él y comenzó a jugar con las tiras de mi sostén, mientras besaba mi cuello. Me acostó sobre el sillón, quitó su ropa y se deshizo de mi ropa interior. Comenzó a penetrarme lentamente, y poco a poco incremento la velocidad y su fuerza. Se sentía maravilloso y al escucharlo gemir sabía que él también lo disfrutaba tanto como yo. Besaba mi cuello, y en estos momentos era mi punto débil. Sentía el calor venir a mi y como mi cuerpo se comenzaba a tensar, y Lucas siguió hasta que me corrí. 

- Eres mía y lo sabes - dice Lucas en mi oído antes de correrse. 

Nos vestimos y decimos salir al balcón, se podía apreciar la puesta de sol. Nos sentamos en un sillón que había afuera y la cara de Lucas ya no era la misma que hace un rato, se veía preocupado, incluso un poco molesto. 

- ¿Ocurre algo? - le pregunté. 

- La verdad si - me dice seco. 

- Puedes decirme- 

- ¿Te vas a casar?- 

Me dejó sin palabras.
- Es.. es una decisión importante - le dije nerviosa por qué en estos momentos yo no sabía que hacer , así que más difícil era darle una respuesta. 

- Lo sé, pero no puedes decir que estás con él y verte conmigo, tienes que tomar una decisión- 

- No pensé que serías de las personas que me harían elegir- 

- No se trata de eso Roseline, pero si tú te quieres casar yo no puedo seguir con esto, si quieres casarte y eso te hará feliz, hazlo, yo me alejaré, pero si quieres estar conmigo e intentar algo aquí estaré, pero necesites que sepas que es lo que quieres - hace un pausa - tengo que decidir cosas importantes sobre mi futuro, y necesito saber si quieres ser parte de él, o si quieres hacer tu vida con tu prometido- 

- Te seré sincera, y en estos momentos estoy confundida- 

- Está bien - dice molesto - no tienes que tenerlo claro enseguida, pero piensa que no seguiremos así por mucho tiempo más, no cuentes conmigo para ser tu secreto- 

- ¿Esto es lo que querías hablar? - le pregunté. 

- Si Roseline - 

- No entiendo por qué estás molesto, tú lo sabías, tú sabías desde un principio que yo me iba a casar y.. 

- ¿Y que? - me interrumpe - ¿Te obligue a qué te acostaras conmigo en un primer lugar? Si las cosas pasaron es por qué tú y yo queríamos- 

- Eres injusto - 

- ¿Yo soy injusto? ¿Enserio, yo soy injusto? Engañe a Lea, la herí, termine con ella por qué se que mi corazón es tuyo ¿Y tú? ¿Tu no sabes con cuál quedarte? No inventes Roseline, claramente sabes que él te conviene por qué tiene dinero, por qué ya termina su carrera pero no lo amas, por qué me amas a mi, pero claro, yo ya no tengo nada y soy la obra de caridad de tu padre- 

- No, no lo entiendes - le dije enojada. 

- ¿Qué no entiendo? ¿Qué sigues siendo la niña caprichosa que siempre fuiste? ¿Qué te gusta tener a los hombres a tus pies? Por qué claro, primero fue mi primo y yo, y ahora, somos tu prometido y yo, está bien, ten dos hombres, pero no cuentes conmigo esta vez para ser parte e triangulo amoroso- 

- No, no quiero tener dos hombres - le dije al borde del llanto - ti quiero a ti. 

Tu Regreso [Te Espero Toda La Vida #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora