Tu Regreso [Te Espero Toda La Vida #2]

Capítulo 19: El aburrido de Mark

Lucas
Desperté al sentir algo en mi cara, era el pelo de Roseline. Ella aún dormía plácidamente, así que decidí levantarme y darme una ducha. Aún pensaba en lo que dijo Roseline anoche y me ponía duro de solo pensar e imaginar en lo que dijo, pesando en mi para poder tener un orgasmo.
Me di un baño y salir de la ducha aún dormía, su pequeño camisón se había levantado lo suficiente para mostrarme sus muslos perfectos y sus pezones se marcaban. 
Pase la toalla por mi pelo y volví a la cama con ella, quería disfrutar cada momento a su lado.
- Buenos días - dice y se voltea a verme. 

- Buenos días dormilona - dije besándola y ella se sorprendió - ¿Qué sucede? Anoche querías que te besara. 

Y volví a besarla y ella me correspondió.
- ¿Qué quieres decir con que anoche quería que me besaras? - dice sentándose en la cama. 

- Eso me dijiste - dije haciéndole cosquillas y besando su cuello. 

- Noo, basta, tu pelo está mojado - dice riendo a carcajadas. 

Nos reímos y jugamos un rato, preparamos algo y desayunamos en la cama, realmente era fantástico estar con ella, y decidí preguntarle sobre lo de anoche.
Tome la bandeja del desayuno y la dejé a un lado. 

- Quiero hablar contigo - le dije a Roseline. 

- Yo también - me dice un poco dudosa. 

- Está bien, dime tú primero- 

- Nosotros, anoche... ¿Paso algo? - pregunta avergonzada. 

- Noo, tranquila, bebiste como nunca y solo te traje, aunque querías besarme y que hiciéramos el amor en el asesor- le volví a recordar y se sonrojo, no quise decirle que también me había dado un show privado de ella desvistiéndose para no avergonzara más. 

- Gracias por portarte tan bien conmigo- 

- Tu te mereces todo de mi - le dije acariciando su suave mejilla - ahora yo quiero preguntarte algo, y me gustaría que fueras sincera. 

- Está bien- 

- ¿Lo prometes? - le pregunté. 

- Te lo prometo - dijo tomando mi mano, solo que no sabía lo que yo quería preguntar. 

- Anoche me dijiste algunas cosas ¿Recuerdas algo?- 

- No - me dice avergonzada - ¿Qué dije?
- Varias cosas... Cómo que no te gusta el sexo con tu novio - Roseline abrió los ojos sorprendida pero solo me escuchaba - que era aburrido, que lo dejarías por mi y... Que cuando lo hacías con él pensabas en mi para tener un orgasmo- 

Roseline no sabía que decir.
- No tienes que decir nada si no quieres- 

- Es cierto - dice mirando hacia otro lado avergonzada. 

- ¿Que?- 

- Es cierto Lucas, no sé por qué te dije eso, pero es cierto, no te voy a mentir, el sexo con Mark es un asco y muchas veces recordé lo bien que tú me hacías el amor - eso me puso tenso. 

- ¿Cómo conociste a ese idiota? - la duda me mataba, desde que volví no dejaba de preguntarme en como había empezado a salir con ese idiota. 

- Es una historia larga- 

- Desde que volví me muero por saber cómo ese idiota tiene tanta suerte, escuchare las horas que sean- 

- Fue en mi cumpleaños, en mi primer cumpleaños sin ti desde que te fuiste, estaba saliendo con otro chico pero ese día llegó Alejandro a mi casa - dice haciendo una pausa, escuchar que mi primo estuvo con ella luego de que me fui me lleno de celos. 

- ¿Estuviste con mi primo?- 

- Sii, no te voy a mentir, él me visito, y supo lo que sucedió, de hecho me dijo que lamentaba haberse ido, ya que él se fue para evitarme más problemas contigo, y luego tú me dejaste así que podrás imaginar que no estaba muy contento con la noticia, y estuvimos saliendo un tiempo- 

- ¿Y que más paso?- 

- Esa noche conocí a Mark, una chica lo invito a mi fiesta, y se interesó en mi, así que mi padre insistía en que saliera con él, así fue y luego de que Alejandro volviera a Estados Unidos ya no supe cómo salir de ahí, es un buen chico y me quiere, siempre me trató bien y como nunca espere que regresaras me resigne a estar con él- 

- Pero ya estoy aquí - dije tomando su cuerpo y posicionándola sobre mi - y te haré el amor - le dije besando su cuello. 

- Te advierto que te necesito demasiado - toma mi cara y me dice deseosa. 

- Dime una cosa - dije jugando con el tirante de su camisón recordando lo atrevida que fue ayer - ¿Qué hacías cuando te acordabas de mi y estabas sola? ¿Acaso te corriste recordando cuando hacíamos el amor? 

- No tienes idea cuántas veces me toque imaginando tus manos por mi cuerpo - y yo puse mis manos debajo de su pijama tocando su cintura. 

- No tendrás que volver a hacer eso cachorra - le dije dándole un beso - estoy aquí para hacer todo y cada una de las cosas que tú me pidas 

- Entonces hazme el amor - dice tan deseosa, eso me calentaba tanto. 

- Te correrás tanto muñeca, por todos esos años que no estuve aquí para cumplir tus deseos.  

Y luego de estar tan calientes volvió a ser tierna.
- ¿Recuerdas la última vez que hicimos el amor? - me pregunta. 

- Como la voy a olvidar, fue la mejor noche de mi vida, y desde entonces sueño que repetir todo eso que hicimos aquella vez- 

- Ven esta noche, y recordamos aquella vez- 

- Me encantaría - le dije mordiendo su cuello. 

- Pero eso no significa que ahora te irás así como así - dice empujándome hacia atrás dándome una perfecta vista de ella.

A ella jamás le podría decir que no, era mi perdición, todo de ella me ponía caliente y no podría separar de ella jamás. Detestaba pensar en que estuvo en brazos de otros, pero sin embargo yo seguía estando en sus deseos y ella en los míos.