Capítulo 4

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Hazel: Oh, uh...

Me dio unas palmaditas en la cabeza, de tal forma que parecía estar calmando a un niño.

Hazel: ¿Y qué harás si te llamo?

Zero: Acariciare asi tu cabeza hasta que te quedes dormida.

Hazel: Pero no soy una niña pequeña, ¿sabes?

Zero: Lo se. Pero no se me ocurre otra cosa.

(Primero me da de comer un caramelo y, ¿ahora esto? Zero tiene unas ideas bastante extrañas de cómo funcionan las cosas.)

Pero la verdadera amabilidad detrás de sus acciones estaba clara, asi que no tenía problemas con ellas.

Hazel: Gracias, aprecio tu preocupación. Pero creo que estaré bien.

Zero: Vale.

Aparto su mano de mi cabeza.

Hazel: ¿Qué hay de ti, Zero? ¿No vas a dormir esta noche?

Zero: Me han dado la orden de cuidar de ti las 24 horas del día. Esta noche vigilare yo, pero voy a establecer una rotación con mis hombres, para empezar mañana.

(Zero tiene un montón de responsabilidad sobre sus hombros, ahora que estoy aquí.)

Hazel: Lamento que tengas que hacer todo esto por mi culpa.

Zero: No te disculpes.

Hazel: ¿Por qué no?

Zero: Porque una sonrisa va mejor contigo que esa expresión dolorosa.

Hazel: Oh, um...

Zero: Si quieres devolverme el favor, solo sonríe. Eso me hará feliz.

(Zero...)

Sabiendo que probablemente tendría de disculparme mucho antes de que llegara la luna llena, enterré esas palabras en lo mas profundo y puse una sonrisa en mi rostro.

Hazel: De acuerdo, entonces. Gracias por cuidar de mi hasta la próxima luna llena.

Zero: Claro.

(Ya no tratare de disculparme más.)

(En cambio, aprovechare al máximo mi tiempo aquí y le devolveré a Zero su amabilidad como pueda.)

Quedaban 27 días para la siguiente luna llena...

****

Zero: Y asi, nuestra unidad deberá estar de guardaespaldas hasta nuevo aviso.

Al día siguiente, en los extensos terrenos de la sede del Ejército Rojo, Zero se dirigió a una docena de soldados.

Zero: Espero que todos os toméis vuestro deber en serio y que pongáis toda vuestra atención.

Soldados Rojos: ¡Si, señor!

Hazel: ¡Muchas gracias a todos!

Zero: Hazel, ¿te importaría sentarte en aquel banco de allí? Cuando entrenamos puede ser peligroso. Asi que, quédate atrás.

Hazel: Por supuesto.

Tome asiento en un banco en la esquina del patio mientras observaba pasar a la unidad de Zero que iban a hacer sus ejercicios de entrenamiento. Esta mañana le pregunte a Zero si había algo que pudiera hacer para ayudar, pero todo lo que me pidió que hiciera fue que estuviera a la vista.

Ikemen Revolution en Español [Ruta Zero]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora