-Buenos días- saluda mi padre cuando nota mi presencia en el comedor. Ignoro a mamá discutiendo con Mia alegando que debe ir a la escuela y me acerco a mis hermanas.
-Buenos días-le ofrezco una pequeña sonrisa antes de besar la cabeza de Mia y tomar asiento junto a ella-. ¿Cómo durmieron?
-Oh, muy bien cariño-mamá deja un plato con comida frente a mi y me ofrece una radiante sonrisa-. ¿Que tal tú?
-Bien, intento desacostumbrarme de la cama del palacio-bromeo y ella ríe
En mi último año de escuela, en una excursión que hicimos a Cromanoff, me tropecé (literalmente) con el Rey Gregorie Fulhenor, Rey de Cromanoff.
Me lo encontré un par de veces más y de alguna forma terminamos amistándonos, así que cuando me gradué él me ofreció pasar las vacaciones en su reino para que estuviera tranquila y pensara bien cuál sería mi próximo paso.
-Pues te tocará desacostumbrarte-dice Mía-. Ya que al parecer no volverás en un tiempo y aquí no hay camas cómo las de un palacio, que más quisiera yo.
Papá y yo echamos a reír mientras Liz y Emily solo niegan con la cabeza intentando ocultar sus sonrisas.
-Cariño, termina de desayunar que se te hace tarde, apresúrate-mamá apresura a Mia y ella solo resopla antes de levantarse
-Ya voy, mamá, relájate- dice mientras camina con pereza buscando su bolso.
-¿Cómo que "relájate"?-reprocha mamá-. ¿Qué es esa manera de hablar, Mía Malhore?
-Bueno, mamá-intervengo-. Tranquila, solo es Mia no queriendo ir a la escuela.
-Bueno, si ya terminaron, entonces váyanse a la escuela que se les hace tarde- dice Liz.
-Si, si, adiós-Emily se adelanta mientras Mia se despide-. Nos vemos más tarde.
Emily sonríe negando, y estoy segura de que sus mejillas están más rosadas que la última vez que la vi. «¿Me estoy volviendo loca o verdaderamente se ve distinta? Bueno, pudo crecer en el tiempo que me fui. Creo»
-Bueno, entonces acaben el desayuno-nos pide papá-. Así me acompañan a la perfumería.
-Yo ya terminé- dice Liz.
-Yo también.
-Bien, entonces vámonos-papá se levanta y los tres nos despedimos de mamá antes de encaminarnos a la salida.
Papá saluda algunas personas en el camino, clientes y vecinos o personas que lo conocen de algún lado, pero son pocos los rostros que verdaderamente recuerdo. «Vemos muchos en la perfumería, y el tiempo lejos borró algunos no importantes»
Cuando entramos a la perfumería y estamos solas, decido preguntarle a Liz sobre las novedades.
-Oye, Liz-la llamo mientras limpio las vitrinas-. ¿Qué pasó mientras estuve en Cromanoff? ¿Alguna novedad?
-Bueno, teniendo en cuenta que te fuiste seis meses-me mira con reproche-. Pasaron muchas cosas. ¿Por qué? ¿Algo en específico que quieras saber?
-No. Bueno, si. Es Emily, la veo distinta, más... risueña
-Ah, eso-ríe por lo bajito-. Es que ahora está saliendo con el príncipe.
-¿Príncipe?
-Si, el príncipe Stefan
-Ah, ese príncipe-ruedo los ojos.
Conozco a Stefan de lejos. Lo he visto alguna que otra vez mientras acompañaba a papá al palacio.