Cap 15

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El sonido de alguien tocando a la puerta me hace removerme en la cama.

-Señorita, El Rey quiere verla.

Dichas palabras me hacen abrir los ojos y salir de la cama para abrir la puerta.

Al abrirla me encuentro con una de las chicas del servicio.

-Buenos días-saluda con una sonrisa apenada.

-Buenos días-le respondo devolviéndole la sonrisa.

-El Rey Magnus quiere verla, la está esperando en su oficina.

-Está bien, iré en un momento-respondo y ella asiente y se va.

Cierto la puerta tras de mi y camino al baño para asearme.

La verdad es que no recuerdo cómo llegué a la habitación, solo recuerdo quedarme dormida en el auto y alrededor de las 3 AM me desperté confundida, solo que el sueño no me dejó pensar mucho y seguí durmiendo.

Salgo del baño y camino hacia la maleta en busca de mi ropa.

Cómo siempre, no sé que ponerme.
La gran mayoría de los vestidos necesitan plancharse así que tomo el único que no está arrugado.

Es un vestido celeste de tul y escote corazón, con algunos corazones de colores pasteles en la tela.

Me termino de arreglar y me encamino a la oficina de Magnus.

Al llegar a ella toco la puerta y segundos después recibo el permiso para entrar.

Al entrar me encuentro a un Magnus no muy feliz revisando unos papeles.

-¿Mal momento?

Magnus levanta la vista de los papeles y relaja la postura al verme.

Baja los papeles y suspira antes de darme una pequeña sonrisa casi invisible.

-Para nada-responde y se levanta.

Camina hacia el sofá y se deja caer en el.

-¿Estás bien?-pregunto y el niega.

-Ven aquí-ordena y camino hasta sentarme a su lado.

Él niega y me toma de las caderas y me sienta en su regazo.

-Necesito distraerme-suelta y me besa.

El beso es apasionado, lujurioso y cariñoso al mismo tiempo.

Una de sus manos se mantiene en mi cadera y la otra baja hasta mi muslo.

Muerde mi labio inferior y suelto un jadeo involuntario que causa que apriete mi muslo y con la otra mano me acerque mas a él.

Besa mi mentón, baja a mi cuello dejando besos en él y gimo

Sus dedos en mi muslo aprientan mas fuerte y sube el ruedo de mi vestido.

Con pequeñas caricias va subiendo un poco mas su mano hasta llegar al borde de mi ropa interior y tomo su mano para detenerlo.

-No, aquí no, y así menos-respondo jadeante.

-Lo siento, de verdad lo siento, no debí traerte para que me distrajeras, eso no es lo que mereces-dice mirándome a los ojos.

-Tienes razón, además no es en tu oficina donde quiero perder mi virginidad-respondo tratando de bajar de su regazo y me toma de la cadera para detenerme.

-¿Nunca has tenido sexo?-pregunta discretamente.

-Nunca me había interesado en ello, y nunca me había atraído tanto un hombre como para tener sexo-respondo de manera simple.

A Thousand Years [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora