Cap 17

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Al abrir la puerta me invaden los recuerdos.

Aquí fue donde tuve los mejores momentos de mi vida.

Se nota que no vienen hace un buen tiempo, pero a pesar de eso la casa está en buenas
condiciones por fuera.

El guardia abre la reja y Magnus y yo entramos y el mira fijamente las hortensias que están
plantadas al lado del camino y niega.

-¿Qué pasa?-pregunto con el entrecejo fruncido

-Se supone que las flores no están permitidas en Lacrontte -dice causando que ruede los ojos

-Irónico, pues a tu madre le gustaban mucho-digo y al ver la tristeza pasar por sus ojos me arrepiento de haberlo dicho.

>> Ya entiendo, por eso están prohibidas-digo y asiente- pero Magnus, estas flores las plantaron tu madre y la mía

Magnus me mira asombrado y río

-Tengo vagos recuerdos, pero ese día tú madre regañó a la mía porque a la casa le faltaba color, recuerdo que fui con ella a elegir cuáles iban a plantar-digo y el recuerdo me hace sonreír igual que a Magnus.

-¿No recuerdas nada más luego de eso?-pregunta y niego

-Los recuerdos son borrosos, a veces vienen por sí solos. Antes pensaba que solo eran sueños pero luego me dí cuenta que eran recuerdos-respondo y asiente en comprensión

Llegamos a la entrada principal y tomo una respiración profunda.

Magnus se acerca y toma mi mano apretándola. Le devuelvo el apretón y sonrío un poco.

-¿Estás bien? ¿Segura de que quieres hacer esto?-pregunta y asiento.

-Si, aquí no hay recuerdos malos, hay bonitos-digo y iclino la cabeza-al menos eso recuerdo.

Magnus y yo entramos a la casa y me sorprende ver que está en muy buenas condiciones, cómo si alguien hubiera venido y la hubiera limpiado.

Miro a todos lados; no sé por dónde empezar.

-¿Quieres que me quedé aquí mientras ves la casa?-pregunta Magnus y niego.

-No, ven conmigo -respondo jalando de su mano y subiendo las escaleras

-¿A dónde vamos?-pregunta deteniéndome

-A mi habitación -respondo y me mira con una ceja enarcada

>> Por dios, Magnus no pienses en eso-lo regaño y ríe

Seguimos caminando y al llegar a mí abro la puerta.

Sonrío al notar que todo sigue igual; las mariposas en la pared dónde está la cama siguen intactas, igual que las de la lámpara colgando sobre la cama.

-Creo que te gustaban mucho las mariposas-dice Magnus y reímos.

-Me siguen gustando, tanto o más que las flores, me parecen muy lindas

-No tanto como tú - dice rodeandome con sus brazos y dejando un beso en mi mejilla.

Sonrío y salgo de sus brazos para ver más de cerca las cosas.

-Es increíble, incluso las sábanas beige están tal como a mamá le gustaban-digo sorprendida.

>> ¿Tú hiciste esto?-le pregunto a Magnus y niega

-No cariño, te lo habría dicho- responde y frunzo el ceño

-Que raro, solo hay otras dos personas que tienen las llaves de esta casa, y a una no la veo hace años-digo y esta vez es Magnus quién frunce el ceño.

A Thousand Years [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora