Jeong | JJK

~ 삼십이 ~

Los exámenes finalmente habían terminado para el alivio y la felicidad de muchos, y ahora era tiempo de unas buenas y merecidas vacaciones después de todo el estrés vivido en las últimas semanas.

Charlotte estaba en las afueras de la universidad, esperando por Hana. No había podido verla desde que había empezado la semana de exámenes, de hecho, no había visto a nadie, pero justo ahora Hana era su principal preocupación. La sentía distinta; distante. Desde que había empezado su falsa relación con Jeon se había ido alejando de su mejor amiga de a poco, y no fue hasta los exámenes que se dio cuenta de aquello. Sabía que la menor jamás le reclamaría su falta de atención porque así era ella, pero tampoco quería que fueran perdiendo el contacto. Amaba a Hana y nunca había querido alejarla de su vida, de hecho, no se imaginaba su vida sin la coreana en ella. Hana había sido su primera y única amiga desde que llegó a Corea, había estado en los momentos más importantes de su vida, y aunque no pudiera tenerla de manera romántica, era obvio que no la quería lejos de su vida.

Si algún día le llegase a faltar Hana estaba segura de que perdería el rumbo. Ella, más que su mejor amiga era su alma gemela; la persona que conocía a detalle casi toda su vida, no había mentiras de por medio entre ellas (excepto su falsa relación con Jeon) y esa pequeña mentira la hacía sentir culpable, y quizás un poco estúpida porque ahora sabía que el chico jamás habría sido capaz de revelar su secreto a Hana. Jeon Jungkook tenía un corazón demasiado puro para eso, ahora lo sabía, pero en ese entonces se dejó llevar por la rabia y el pánico. Pero ahora no estábamos aquí para hablar de Jeon, sino de su relación con la chica más dulce que alguna vez había conocido.

Estaba emocionada. La menor le había pedido reunirse con ella porque quería hablar, y no podía estar más emocionada. Una ansiedad emocionante recorría su cuerpo dejándola eufórica, tenía muchas cosas que contarle a Hana y ya no podía esperar para verla; su sonrisa, sus ojos y su linda carita. Tan enamorada estaba que cuando la vio venir a su encuentro sonriente no tuvo ojos para nada ni nadie más, ni siquiera a un chico pelinegro y tatuado que cargaba un ramo de rosas tan rojas como la sangre.

Jungkook supo que no podía interrumpir el encuentro entre las dos amigas, pero sería más fácil poder reprimir sus impulsos si su noona no estuviera enamorada de su amiga. Quizás podría disimular más fácilmente el dolor en sus ojos cuando Hana corrió hacía ella y la estrechó entre sus brazos con una sonrisa que él jamás le había visto dedicarle a nadie, otra de esas brillantes sonrisas que nunca serían dedicadas a él.

El brazo que cargaba las rosas cayó lentamente sin que se diera cuenta. Se sentía celoso, pero más que celos sentía dolor y mucha tristeza porque sentía que estaba luchando una batalla perdida. ¿Qué caso tenía seguir intentando enamorar a una persona que en el fondo realmente sabías que nunca iba a sentir nada por ti más que una simple amistad? Y por más que quisiera apartarse y dejar todo tal y como está sin seguir involucrando aún más su pobre corazón, sabía que eso no era posible porque su corazón ya estaba metido hasta el fondo desde hace años y había también una cuerda invisible que lo ataba a Charlotte... O al menos así lo sentía. Todos los caminos que había tomado durante los últimos años la llevaban a ella lo quisiera o no. Había intentado por todos los medios tomar una ruta diferente, pero en cualquier camino que tomara siempre estaba ella de una u otra forma, no necesariamente físicamente, pero siempre presente. ¿Entonces, cómo podría él detener algo que ni siquiera estaba en sus manos? ¿Cómo se alejaba de alguien que ni siquiera tenía? Era imposible. Era luchar contra la corriente, una corriente que lo arrastraba día a día hasta que consiguiera ahogarlo. ¿Era eso lo que quería? Por supuesto que no, lo que él quería era su amor, pero parecía imposible de conseguir.

Y lo que más le dolía era el hecho que Charlotte sabía y tenía en claro que ellos se iban a encontrar en la entrada de la universidad una vez culminaran los exámenes, pero al parecer se le había olvidado y le había dado prioridad a una salida de último momento con Hana.