~ 아홉 ~

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Charlotte estaba feliz, lo cual era algo raro durante las últimas semanas y aún más teniendo a Jeon persiguiéndola por todos lados. El idiota era como un chicle muy molesto. Pero era, en parte, gracias a ese idiota que estaba feliz.

Hoy le llegaban dos figuras de acción de Shingeki No Kyoujin, y sólo eso era motivo suficiente para estar feliz a pesar de tener que soportar a Jungkook y su cara aburrida de bebé conejo.

— Te ves feliz — comentó Jungkook una vez se sentó junto a ella en la cafetería.

— Lo estoy.

— ¿Ah si? ¿Por qué?

Suspiró. Hoy era un buen día.

— Bueno, para empezar saldré con Hana hoy y eso es razón suficiente para estar feliz — Jungkook asintió, entendiendo el porqué de su muy buen humor — y también que hoy me llegan las figuras de acción de Levy Ackerman y la de Eren Jaeger — comentó feliz. Si había algo que en serio la emocionaba eran las figuras de acción y las calcomanías, que por cierto ya había pedido un paquete de ellas por internet para decorar aún más su habitación. Por supuesto, Jungkook pagó por todo eso con su espectacular black card.

— Sí, ya veo que es un buen día para ti.

Charlotte lo miró suspicaz.

— ¿Y para ti no lo es?

Jungkook suspiró.

— No es que no sea un buen día, lo que pasa es que después de la U tengo media hora más de entrenamiento, ya sabes, se acerca el partido contra...

Charlotte rodó los ojos y lo interrumpió.

— Sí, aquel absurdo juego al que estoy obligada a ir por tu culpa.

Jungkook boqueó, indignado por la acusación.

— Yo no te obligué a nada.

— No, pero le dijiste a mis padres y eso es prácticamente como si me hubieras obligado — dijo mientras lo fulminaba con la mirada.

El azabache quiso sonreír pero sabía que Charlotte era capaz de darle un pisotón por debajo de la mesa y él necesitaba su pie al cien por ciento para el entrenamiento de la tarde.

— Mira el lado bueno, estás ayudando a tu novio falso.

— Eso no lo compensa, ni siquiera me interesa.

Jungkook hizo un puchero de manera inconsciente.

— ¿Por que eres tan fría conmigo? — preguntó mirándola con seriedad pero con los ojos brillantes de un cervatillo que Charlotte no pudo evitar comparar con los ojo de Bambi — Incluso para que me tomes de la mano es todo un lío.

La mayor suspiró. ¿Como le decía, sin ser dura, que no le gustaba tenerlo cerca? ¡Que más da!

— No me gusta tenerte cerca, eso es todo.

Jungkook hizo una mueca. Por un momento pensó que ya habían superado esa etapa pero al parecer Charlotte aún era bastante reacia a su presencia.

— Pensé que ya habíamos olvidado ese tema, es decir, te guste o no ahora estamos interpretando el papel de novios y tenemos que estar cerca el uno del otro. Si no te gusta mi presencia perdóname pero tendrás que acostumbrarte — dijo sin siquiera inmutarse por la mirada afilada que le lanzó la mayor.

Uy. Odiaba cuando el cara de conejo le hablaba en ese tono desinteresado y desdeñoso, primero porque ella era mayor y merecía respeto y segundo porque cuando le hablaba de esa manera sentía ganas de arrancarle la jodida lengua. Pero no, hoy no era un día para discutir con Jungkook y tampoco quería hacerlo así que optó por ignorarlo que era lo mejor que sabía hacer, y hubiera logrado ignorarlo con éxito de no ser porque Jungkook le soltó una bomba.

Jeong | JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora