~ 십구 ~

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— Nicky, está a punto de darme un ataque, lo juro.

Su hermana se río.

— Cálmate. No te pongas neurótica.

— ¿Qué no me ponga neurótica? — preguntó en un grito, casi al borde del colapso — Nicky, esto es peor de lo que pensé. Acepté ir al aniversario de esa empresa, pero no sabía que iba a estar la prensa. Es un mala idea asistir.

— Oh, vamos — se quejó su hermana, y se levantó sólo para sentarse en la cama en posición de indio —. No puedes dejarlo plantado hoy, ¡Hoy es el jodido evento! Te lo prohíbo Charlotte Clark — la nombrada le dio una mirada escéptica —. Si no vas, se lo diré a mamá.

— Eres una pésima hermana — gruñó.

— No, soy una hermana genial y me amas. Además, mírate, te ves preciosa.

Charlotte se dio la vuelta y se miró al espejo de cuerpo completo. Nicky tenía razón. De hecho pensaba que nunca se había visto mejor, se veía sumamente elegante y femenina... y no era que le molestara, pero simplemente ese no era su estilo.

Ella era una chica ruda. Aunque no podía negar que de ve en cuando le gustaba mostrar su lado femenino, y mentiría si dijera que no amaba los tacones; le gustaban las zapatillas, pero cuando veía un par de tacones que llamaban su atención no podía evitar comprarlos y por eso tenía una gran colección de tacones dentro de su armario.

Suspiró con pesadez mientras alisaba su vestido. Era simple pero muy bonito. De un color verde azulado y bastante suelto en la parte inferior, pero le gustaban los hombros caídos de la parte superior.

Era, sin duda, hermoso y elegante. Y, aunque quisiera negarlo, una parte de ella esperaba que a Jungkook también le gustara — porque se había esforzado maquillándose y escogiendo el vestido perfecto — y de lo contrario le patearía las pelotas al azabache.

Abrió la boca para negarse a hacer esto una vez más, pero fue interrumpida por el timbre.

— Debe ser él — Nicky prácticamente saltó de la cama y, entusiasmada por ver a su cuñado temporal, salió del cuarto.

«Tú puedes hacer esto, maldita sea.»

Respiró de manera profunda para después soltar el aire contenido, se miró al espejo y se dijo que no tenía porqué estar nerviosa. No podía dejar que Dispatch, y la demás prensa rosa de Corea la intimidara.

Pero joder, ahora era la novia del heredero del imperio Jeon, una de las tres familias más ricas de Corea. Eso era suficiente para ser intimidada.

«Basta.»

Debía dejar de ser pesimista o todo saldría mal y posiblemente se cayera al bajar del carro con Jungkook y ahí estarían todos para ver lo humillante que sería todo y...

— ¿Qué rayos estás haciendo? — la reprendió Nicky desde la puerta de su cuarto — Jungkook llegó y está guapísimo, así que será mejor que lleves tu culo abajo justo ahora.

Charlotte casi le gruñó, pero recordó que había prometido que hoy, a pesar de la situación, no se iba a molestar ni a gruñirle a nadie. Y no, Jungkook no contaba, a él tenía que gruñirle por naturaleza. Se dio una última mirada en el espejo y salió del cuarto para encontrarse con Jungkook. Estaba nerviosa, pero tenía que calmarse si no quería que esta noche terminara mal. 

Jungkook, por otro lado, estaba relajado y hasta feliz. Su entusiasmo aumentó aun más cuando vio a Charlotte bajar por las escaleras con un hermoso vestido y tacones, todo resaltaba su hermosa piel, y Jungkook casi que contuvo la respiración. Pero hey, no podían culparlo por mirarla boquiabierto. Era la primera vez que veía a Charlotte maquillada y llevando ropa más femenina. 

Jeong | JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora