~ 네 ~

412 47 3
                                    

— Bien, acabemos con esto de una buena vez — dijo con semblante aburrido.

Charlotte quería golpearlo. Estaban en una de las mesas más alejadas de la biblioteca para así poder hablar sin chismosos alrededor; y lo que era peor, aún no podía creer que le había mentido a Hana para encontrase con Jeon Jungkook en la biblioteca, ¡Jesús! Durante toda la semana le había mentido, ya empezaba mal esto.

— Bien, haremos esto lo más fácil y llevadero posible para ambos.

— En realidad, para ti porque yo estoy bien con todo esto.

Charlotte lo miró fulminante.

— Cierra la boca y limítate a escuchar, baboso.

Jungkook rodó los ojos y procedió a prestar atención.

— Regla uno: nada de besos y contacto físico.

Jungkook arqueó ambas cejas.

— ¿Como sabrán que eres mi novia si no hay ni el más mínimo contacto entre nosotros? Por si no lo sabías, soy un hombre muy cariñoso — dijo con el mismo semblante serio de siempre. Charlotte lo miró de arriba abajo —. Ya sé que no lo parezco pero debajo de esta fachada de fuckboy desinteresado se encuentra un hombre con mucho cariño para dar.

Charlotte rodó los ojos.

— Pues ahórrate tu cariño, cara de conejo.

— No puedo ahorrarme el cariño cuando vamos a ser novios...

Charlotte se alarmó.

— Falsos. Novios falsos, Jeon, que no se te olvide — se apresuró a aclarar.

Jungkook rodó los ojos.

— Si, si. Como sea, pero novios al fin y al cabo. Los novios se tocan, se agarran de las manos y se besan.

— Bueno, nunca te vi así de cariñoso con Cindy Cardín.

El azabache le sonrió de manera ladeada.

— Bueno, eso quizás fue porque en realidad nunca me viste y me prestaste realmente atención... aunque supongo que tienes razón, nunca fui tan cariñoso con Cindy.

A Charlotte casi le pica el bicho de la curiosidad, casi que estuvo a punto de preguntar el porqué pero a último minuto se mordió la lengua. Eso no era de su incumbencia.

— Como sea, sólo ahórrate tu cariño.

— No puedo dulzura, por lo menos necesito que de vez en cuando me permitas tomar tu mano y darte de besos.

— Lo de la mano me parece bien, en los besos... ¿enloqueciste esponja? No se te ocurra poner esa boca sobre mí.

Jungkook le dio una sonrisa torcida que hizo el cuerpo de Charlotte erizarse.

— Eso dices ahora, pero en unos meses vas a querer meterme la lengua hasta el esófago.

Charlotte hizo una mueca de asco. No se imaginaba besando a ningún hombre por más guapo que éste fuera, simplemente la idea le asqueaba.

— Sigue soñando, Jeon. Ok, sigamos. Oh, y otra cosa, deja de llamarme dulzura o lindura o cualquier apodo cursi.

— Eso no va a pasar, si no quieres besos entonces tendrás que dejar que te llame como yo quiera.

Charlotte gruñó.

— Eres un verdadero dolor en el culo, y no en el buen sentido.

El azabache se encogió de hombros, indiferente.

Jeong | JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora