El libro de Noah.

6- Necesidad

¿Nunca han sentido esa fuerte opresión en el pecho que pareciese no dejarte respirar?

La frustración y la impotencia son los sentimientos que en este momento me invaden mientras observo a Aimi en la camilla. Siento como si no sirviese para nada.

Mi deber es proteger, liderar pero si no puedo hacerlo con mi compañera como lo haré con la manada.

Sigo afligido en la silla, mis temblorosas manos descansan sobre mi regazo. Me siento enfermo y no puedo evitar querer mancharme de sangre del maldito que se atrevió a tocar a mi pequeña.

Quiero gritar, golpear y matar.

Esas tres cosas son exigidas por ambas partes de mí.

Una mano se apoya en mi hombro, no necesito levantar la mirada para saber que se trata de Brayden.

-Tienes que tranquilizarte Noah.- insistió mi amigo.- Pareciera que en cualquier momento vas a cambiar.

-Necesito...- Comienzo a decir pero soy levantado de un tirón de la silla. Su mano continua apretando mi brazo mientras me saca de la enfermería.

En el pasillo todos los ojos se posan en mí y no puedo evitar que un gruñido se me escape.

-Ella te necesita tranquilo. Esto no se trata de ti. Se trata de ella.- aconsejo.

Veo al culpable del sufrimiento de mi compañera. Jack. Doy un par de pasos hacia el antes de ser detenido. Dos de mis amigos, Nick y Paul se entrometen en mi camino separándome de mi próximo saco de boxeo.

Enojado por no poder saciar mi sed de venganza me encamino nuevamente a la habitación.

Si no puedo golpear a Jack por lo menos estaré con Aimi.

-Deben hablar y llegar a un acuerdo.- Vuelve a aconsejar mi mejor amigo mientras me obstaculiza la entrada de la enfermería.

Lo aparto con una sola mano y él se aleja lo suficiente para permitirme la entrada.

- Es que lo mataré, lo juro.- gritó para que me oigan fuerte y claro todos en el pasillo. Entro en la habitación con Brayden a mi espalda.

- Tienes que tranquilizarte sino el asunto se nos irá de las manos.- Advirtió siguiéndome.

- Tú no lo entiendes.

- Tienes razón no lo entiendo pero me puedo imaginar cómo te sientes.

Aparte mi vista del suelo que hasta entonces había estado observando mientras avanzaba y la fije en la camilla.

Mi corazón dio un vuelco cuando vi a mi pequeña con los ojos abiertos. Avance lo más rápido que pude hacia ella.

- ¿Cómo te sientes pequeña?- Acerque preocupado mi mano a su frente. Quizás podría tener fiebre o haber entrado en uno de esos episodios de Shock. ¿Y si no recordaba nada? Un golpe en la cabeza puede causar amnesia temporal. -¿Te duele algo?

- Sí, la cabeza y estoy muy mareada.- Impedí que se sentara cuando lo intento. Quería que se quedara quieta. Hasta ahora no me había preguntado mi nombre, lo que significaba que me recordaba.-Me quiero parar.

Oí la puerta cerrarse a mi espalda. Brayden seguramente había salido sabiendo que necesitaba espacio con mi chica.

-Está bien pero con mucho cuidado.-La ayude a sentarse y me mantuve a su alrededor.

-¿Qué pasó? ¿Dónde estoy?

Oh Dios, perdió la memoria.

-¿No recuerdas la pelea?- Asintió y un gran alivio me lleno. No perdió la memoria pero todavía pudo haberse causado algún daño permanente.- Cuando te metiste en la pelea recibiste un golpe que iba dirigido a mí, caíste en el pavimento y te golpeaste la cabeza, empezaste a sangrar y te trajimos a la enfermería de mi escuela- Explique sin pausa.