El libro de Noah.

3- Soy Noah West

-¿Qué coño le digo?- le pregunte serio a mi reflejo. 

Me hallaba en el baño discutiendo con el espejo. Le había pedido a Aimi que esperara en mi habitación. Y ahora no tenía ni idea de que decirle cuando saliera.

-No es la primera vez que hablas con una chica. ¿Qué te sucede?- por décima vez mi reflejo no me respondió.

Sentí el fuerte impulso de transformarme, el lobo quería tomar el control. Me agarre con fuerza del lavamanos cuando la fuerza del impulso se duplico. 

Quizás si tocaba a Aimi él se tranquilizaría. Quizás si... Mis piernas empezaron a andar por instinto me doble de dolor cuando una punzada amenazo con partirme la cabeza.

La necesitaba. 

Sin importarme que pensaría Aimi si me veía así salí del baño, para mi alivio se encontraba dormida.

Asegurándome de que su respiración estuviese regulada me subí a la cama.

Era tan hermosa. Y era mía.

Sin ser consiente mis manos comenzaron a viajar por su cuerpo, simplemente disfrutando del roce de los vaqueros.

Mi mano encontró su entrepierna mientras que la otra rozaba ligeramente su camiseta. El olor de mi propia sangre era molesto pero lo ignore.

Continúe con las caricias durante un largo rato. De vez en cuando se removía pero se mantenía dormida.

Gracias señor por darme a una compañera con el sueño profundo. 

La gloria me duro poco ya que cometí el error de besar su cuello. 

El lado bueno fue que descubrí uno de sus puntos débiles. El lado malo es que se comenzó a despertar.

- Noah- gimió.

- Mmmmm- Me detuve por un momento, cuando trato de levantarse la volví a tumbar con cuidado.-Dame unos minutos más de gloria.- suplique.

Me miro a los ojos para luego asentir débilmente.

Sin perder tiempo me acerque a su boca y la bese. Al poco tiempo lo que empezó como un roce termino como algo más salvaje y animal.

Alguien grito mi nombre pero no le preste atención, en ese momento mi mundo giraba en torno a Aimi.

Oí la puerta ser abierta con fuerza. Me aparte jadeando mientras descansaba mi frente en la de Aimi. Necesite cerrar los ojos con fuerza y tranquilizarme para no tomarla frente a Susan o para no degollar a Susan por haber interrumpido mi momento de gloria.

-No las quería presentar así pero...-dije porque realmente necesitaba preparar a Aimi para conocer a Susan.- Aimi te presento a la inoportuna de Susan, Susan ella es Aimi.

 - Yo no sabía que estabas acompañado...- Por supuesto que sabía, el olor de Aimi debió de dejar un rastro por la casa. -Debí tocar primero, mala costumbre la mía. - empezó a retroceder, paso a paso.

- Ya estás aquí- me levante realmente enojado.- ¿Para qué viniste? 

-Te traje tu maldito libro - dijo a la defensiva.

Oh, mierda. El puto libro.

Llevaba un mes con él y me lo quiere devolver justo ahorita en este momento. Esta me la pagara muy caro.

Se lo quite lo más rápido que pude y lo tire dentro del armario. Donde Aimi no lo vería.

-¿Cuál es el chiste? -pregunto al ver como Susan se partía de la risa.- ¿Cuál es el libro?