-Noah. -me llama la atención mi madre.-Estamos en la mesa, suelta el teléfono.
-Pero mamá estoy hablando con Aimi.- me queje haciendo un pequeño puchero. Mamá solo puso los ojos en blanco mientras Susan soltaba una risita. Papá miraba divertido la escena mientras se comía sus panqueques.
-Lo siento pequeña.- escribí al enterarme de que estaba castigada. Mis planes de salir hoy se encontraban rotos.
-No es tu culpa. Es la de alguien más.
El que no me culpara era un punto para mí. ¿No?
-¿Nos vemos mañana?
Pregunte cruzando los dedos.
- ¿Me vas a dar mi camiseta?
Oh, mierda.
-¿Mamá que sucedió con la camiseta blanca de Aimi?- pregunte recordando nuestra charla. Después de interrogarme por haber encontrado la camisa con mi sangre y haber exigido una explicación se había ofrecido a lavarla.
-La queme.- dijo llevándose el vaso de jugo a los labios.
-¿Qué hiciste qué?- pregunte histérico.- ¿Por qué rayos hiciste eso?
-Para que tuvieras una excusa y le regalaras algo.- dijo tranquilamente sin alterarse.
-Pero dijiste que la podías desmanchar.
-Mentí. La sangre jamás saldría de esa camisa.- se encogió de hombros.- Es tu oportunidad cómprale algo lindo.
Devolví mi vista hacia el teléfono. Quizás mamá tenía razón. Esta era mi oportunidad de darle un regalo a Aimi.
-¿Si te digo que sí, te puedo volver a ver?
- Si.
Esperanza.
- ¿Entonces mañana te paso buscando después de que salgas de clases?
No quería que pasara un minuto más lejos de mí.
- No, creo que es mejor evitar problemas.
La frase me sentó como un balde de agua fría.
- ¿Crees que no los puedo manejar?
- No es eso, es solo que prefiero no estar en el centro de atención.
-¿Es solo eso o te avergüenzas de mi compañía?- pregunte antes de poderme contener.
-¿Cómo vas a creer que me avergüenzo de ti? Es solo que no quiero PROBLEMAS.
Escribió la última palabra en mayúsculas.
- Prometo no causar PROBLEMAS. Te pasare buscando después de clases.
Quería suplicarle.
-¿No me puedes traer la camiseta a casa?
- No.
-Si puedes.
-Si puedo más no quiero.
No quiero. No quiero. La quiero ver.
-¿Por qué no quieres?
- Bueno... tenía un plan secreto pero te lo voy a contar. Planeaba secuestrarte y encerrarte en mi casa, y no dejarte ir nunca más. Muajjaa Muajaaa...( risa malvada)
Sé que fui un poco inmaduro pero cuando llego su mensaje sonreí como un idiota.
- ¿Y qué harías conmigo durante todo ese tiempo?
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El libro de Noah.
WerewolfPOV de Noah. Noah cuenta la historia desde su perspectiva junto con algunas historias extras.